Zhang Jun / El rompecabezas de la tasa de cambio china

AutorZhang Jun

Es posible que este sorpresivo cambio de la política monetaria se mantenga por algún tiempo, ya que a China le interesa la estabilidad de su moneda.

De hecho, el economista Robert Mundell, a cuyo trabajo sobre zonas monetarias óptimas se atribuyen las bases teóricas del euro, insiste que China debe mantener su tasa de cambio fija como parte necesaria de su actual fase de desarrollo económico. No obstante, debido a la distorsionada estructura económica de China, su régimen cambiario presenta desafíos mucho mayores a los encontrados por Japón y otras economías del este de Asia.

Es claro que las tasas de cambio ancladas a otra moneda han sido esenciales para el despegue económico del este asiático, ya que funcionan bien con el modelo de desarrollo de la región, orientado hacia las exportaciones. Sin embargo, la eficacia de una tasa de cambio fija está determinada por el modo como los acontecimientos en el sector exportador afecten a las industrias locales y a la economía nacional como un todo. Si el crecimiento del sector comercial impulsa el de los demás sectores a nivel local, una tasa de cambio fija no significará una presión sobre la balanza de pagos externa, a medida que aumente la demanda de bienes importados.

Bajo estas circunstancias, la revalorización de la tasa de cambio no tendrá un efecto grave sobre el desarrollo de una economía. Por ejemplo, los economistas japoneses argumentan que el Acuerdo Plaza, que hizo un llamado a la "revalorización ordenada" de las monedas frente al dólar, fue una consecuencia natural de su alto ingreso nacional. Ésta fue una de las principales razones de la aceptación del cambio por parte de Japón.

Pero la situación actual de China es muy diferente. La presión por la revaloración ocurre en una etapa cuando el ingreso nacional per cápita es apenas mil dólares, no 10 mil ni 15 mil, de modo que China necesita un periodo más bien prolongado de crecimiento económico para llegar a algo medianamente semejante a lo que Japón había logrado cuando permitió la revaloración del yen.

Lo que es igualmente importante, a diferencia de otras economías asiáticas durante las etapas tempranas de su despegue, la expansión del sector exportador de China en la última década no ha estado estrechamente vinculada al sector local no comercial, debido a que ha estado impulsada principalmente por la inversión extranjera directa (IED). La mayoría de las 460 mil empresas de propiedad extranjera de China se concentran en actividades de...

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