Zac Efron: Le encanta el drama

AutorSalvador Cisneros

Después de tener una juventud profesional de ensueño gracias al éxito que experimentó en la trilogía de High School Musical, Zac Efron evoluciona artísticamente y prueba de ello es que en vez de trabajar en otra comedia musical, un género en el que ya probó con éxito sus dotes, se inclina hacia el drama.

Se estrenó en este género en The Derby Stallion (2005), después estelarizó Me and Orson Welles (2008), y ahora vuelve con Más Allá del Cielo (2010), donde interpreta a Charlie St. Cloud, un joven que tras la muerte de su hermano menor sufre una tremenda depresión que lo aleja del brillante futuro: estaba becado a la Universidad de Stanford por su inigualable desempeño en velerismo.

"El reto más difícil de este rol fue a la mitad de la película, cuando Charlie se convierte en este personaje oscuro y está molesto todo el tiempo. Representar ese estado emocional no fue lo difícil, sino tener que mantenerme así durante tanto tiempo", explica Efron en entrevista exclusiva desde una habitación del hotel Ritz Carlton en Los Ángeles.

"Tardamos hasta cinco días seguidos filmando escenas de ese periodo del personaje y, de cierta manera, me afectó. A mí me gusta platicar con el equipo de producción y bromear entre toma y toma, pero en ese lapso no lo pude hacer para no cambiar mi estado de ánimo y mantener el tono del personaje en la siguiente escena".

Para lograr esta soledad autoimpuesta, sin parecer grosero con el resto del equipo de producción, Efron se apoyó en la tecnología.

"Me mantuve distante escudado por mi iPod, con los audífonos puestos escuchando música porque eso servía para mantenerme concentrado. Y no quiero decir que la música me ayudó. Me refiero a que cuando tienes los audífonos puestos nadie se acerca a hablar contigo", recuerda entre risas el actor, quien cumplirá 23 años el 18 de octubre.

HABLA CON LOS MUERTOS

Una de las razones por las que Efron decidió ser parte de Más Allá del Cielo, adaptación de la novela "The Death and Life of Charlie St. Cloud", escrita por Ben Sherwood, fue la empatía que sintió respecto a la estrecha relación fraternal en la historia, pues le recordó a su hermano menor Dylan.

"Disfruté mucho leer el guión. Me interesó la relación fraternal de los dos personajes porque me recordó mucho a mi hermanito y por eso inmediatamente me sentí atrapado", explica.

"Mi hermano es mayor que el personaje de la película: él tiene 18 y yo 22. Crecimos juntos, compartimos cuarto cuando éramos más pequeños, así que creo...

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