Yocelin quiere moverse segura

AutorMariana Jaime

Yocelin Guadalupe nació, pero su mamá no sabía que la esperaba.

Cintia Fabiola Ruiz había optado por usar anticonceptivos inyectables, pues su segundo hijo llegó a pesar de tomar píldoras, tratando de evitar otra cesárea.

El sobrepeso y la función de las hormonas inyectadas ocultaron que estaba embarazada; incluso en los ultrasonidos no era perceptible un feto, sino algo que parecía más un tumor alojado en el útero.

El médico que decidió operarla lo hizo con la sospecha de que sí podía tratarse de un bebé y preparó todo para una cesárea, ya que exámenes de sangre y orina lo confirmaban, pero el eco no daba señales de vida.

El obstetra acertó. Durante los ocho meses de gestación no fue posible identificar el desarrollo de un bebé debido a que su tubo neural no se formó correctamente, y al salir de su espalda se convirtió en un caparazón que cubrió el feto impidiendo la visibilidad.

Yocelin nació el 10 de mayo del 2011, con myelomeningocele o espina bífida, y un día después fue operada para extirpar la malformación.

Sin embargo, a casi cinco años se le detectó un nuevo crecimiento que se está uniendo a un disco de la columna y comienza a afectar la pelvis, la posición de las piernas y pies.

"Está por dentro agarrado de la columna, donde está el disco, y por eso me dijo el doctor que había un tanto por ciento también de que perdiera movilidad o le dañe otras partes más, porque también ya le dañó los riñones, tiene un riñón más chiquito", detalló Cintia.

La operación...

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