Ximena Peredo/ ¿Sarta de babosadas?
| Autor | Ximena Peredo |
El programa radial del Presidente, "Fox en vivo , Fox contigo" parece más una terapia psicológica presidencial que el puente entre el Ejecutivo y la sociedad que se supone sería. Cuando los sábados Fox toma el micrófono inicia un espacio de catarsis en el que puede justificar sus errores, disfrazar sus incongruencias y arremeter contra sus críticos, detractores o enemigos políticos sin derecho a réplica de facto.
Este sábado pasado, sin embargo, se mostró mucho más colérico que de costumbre, pues sus declaraciones fueron tan gratuitas y revanchistas que atentó contra la propia estabilidad del País. Esta última emisión tuvo el evidente objetivo de acusar a los medios de comunicación, especialmente a la prensa, de conspirar en contra de él y sus propuestas.
"Ni crean que me van a tumbar a mí con críticas de periódicos", advirtió nuestro herido Presidente. Yo, que no estaba preocupada porque alguien fuera a tumbar a Fox, me empecé a consternar pues él mismo se señaló vulnerable.
Efectivamente, las críticas tumban al soberbio y al necio pues bajo estos vicios es imposible escuchar o reconocer las fallas que la mayoría señalan. Vicente Fox sigue creyendo que los mexicanos somos niños que lloramos cuando el globo se nos escapa de las manos.
¿Por qué el afán de ocultar el polvo bajo la alfombra y sonreír fingiendo que todo va bien?, ¿por qué seguir manteniendo a Secretarios de Estado que han demostrado incompetencia?, ¿por qué el Gabinete tiene que seguir la farsa de aparentar ser una comunidad de caridad cuando sabemos que las hostilidades están afectando el consenso y el trabajo federal?, ¿es tan difícil reconocer que las decisiones son falibles?
"Así es de que ni va a haber cambios en el Gabinete, como andan diciendo ya por ahí algunos periodistas y algunos escritores, ni va a haber cambios en el Gabinete", aseguró un Presidente que parece empecinado en obstaculizarse él mismo antes que darle gusto a sus críticos. En realidad la inmadurez política y emocional del Presidente son las que lo exhiben.
Dice Fox que su gobierno está paralizado porque el Congreso no aprueba la reforma fiscal. Ha vertido todo en esta iniciativa, tanto, que si ésta no se concreta antes de que inicie el 2002 veremos muchas inversiones fugarse o no concretarse en nuestro país.
Estas actitudes caprichosas y amenazadoras me recuerdan al Fox candidato que en la casa de campaña de Cárdenas neció y mantuvo paralizado el debate hasta que no cayera un fax en sus manos.
¿Cómo...
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