Ximena Peredo / Trece mil pesos

AutorXimena Peredo

Hace una semana López Obrador hizo pública su declaración 3de3, en la cual manifestó no tener bienes inmuebles y ganar 50 mil pesos mensuales.

Esto generó un "pequeño" escándalo de esos que siguen a casi cualquiera de sus declaraciones. Algunos lo acusaron, otros lo celebraron; yo, sin embargo, me quedé pensando en los 50 mil pesos. ¿Es mucho, es poco? ¿Cuánto debería de ganar un político?

La pregunta es básica y, sin embargo, en esta democracia no existe forma de que, como se dice en el argot de recursos humanos, los jefes hagamos la propuesta económica a los candidatos.

El Consejo Ciudadano de Remuneraciones en Nuevo León es el órgano que, desde el 2007, establece criterios y revisa los salarios a los servidores y funcionarios públicos, sin que a la fecha haya generado una sola discusión pública al respecto.

Hay que señalar que por ley sólo algunas cámaras patronales y de comercio, más ciertas universidades, tienen derecho a integrar este consejo.

Pero si estuviéramos ahí, ¿qué cambiaría?

El sueldo se ha convertido en una marca de los cuerpos, estilos de vida y hasta pensamientos. En México la brecha en el ingreso, según estadísticas del Inegi, va, en promedio, de los 8 mil a los 160 mil pesos trimestrales. La percepción de la realidad en cada uno de estos polos es, salvo excepciones, dramáticamente distinta, ya no digamos en términos de consumo, sino de batallas diarias y aspiraciones.

Hace unos 10 años cuando mi novio de aquel entonces y yo rentamos una casita, el consejo de mi amiga Consuelo Morales fue "vivan como les gusta pensar". Con el paso del tiempo he saboreado la riqueza de su planteamiento. Porque así como la escasez me ha revelado muchas realidades, de la misma forma el confort me las encubre. Encontrar un justo medio es una tarea de conciencia.

Así, me queda clara la importancia de revisar las implicaciones políticas de los ingresos; y es aquí en donde importa preguntarnos qué tan confortables necesitamos que vivan los políticos. Qué tan cerca de la crisis necesitarían vivir para detestarla, para comprometerse de veras.

En este sentido, conviene visibilizar la importancia que tiene para nosotros, los representados, que el representante se nos...

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