Ximena Peredo / ¿Ruptura fecunda?

AutorXimena Peredo

La serie de reformas aprobadas el año pasado como "goliza en domingo" harían pensar a cualquier aficionado que el Gobierno federal está más fuerte que nunca. Pero basta asomarse a la situación cada vez más caótica en Michoacán para constatar su gran debilidad: nadie les cree.

Este "detalle", sin embargo, no había afectado mayormente sus negocios hasta que la gente comenzó a levantarse en armas, dejando en ridículo su "compromiso indeclinable con las víctimas del delito".

Hay un límite histórico a lo decible y a lo pensable. No podemos ir más lejos de las ideas que construyen nuestra realidad. Sólo el paso del tiempo va llamando a ciertas cosas por su nombre. Hoy podríamos decirle "crisis política", pero quizá termine llamándose "revolución", o todavía más lejos, "fin de los Estados-Nación".

Para nadie es una novedad que los Gobiernos están vaciándose de significados, pero me pregunto si seremos capaces de reconocer -por lo aterrador- que estamos frente a un cadáver.

El Gobierno federal me recuerda a las representaciones de productos que uno encuentra en las tiendas chinas o de "todo a 10 pesos". No son propiamente los productos que buscamos, sino copias, algunas de ellas maquiladas sin entender qué es aquello que se pretende representar. El Gobierno de Peña Nieto es un claro ejemplo de la "representación de un Gobierno" que sólo podría sostenerse si la pieza original, es decir, un Gobierno con autoridad, nunca se reclamara.

Pero no sólo en Michoacán, sino en todo el País urge un sentido de autoridad que no puede confundirse con el ejercicio del poder. La autoridad reúne voluntades, al poder le bastan las armas y su "poder de negociación". Esto hace más complejo el conflicto en Tierra Caliente, pues no puede resolverse por medio de la fuerza -ya vimos el fracaso del intento por desarmar a las comunidades-, sino de algo superior.

No se confunda esta opinión con la de una simpatizante de las autodefensas. Comprendo su existencia, pero no las apoyo. La vía armada siempre termina por demostrar su fracaso, pues, aunque se busque lo contrario, perpetúa las relaciones de dominación que terminan en otro conflicto armado.

Pero además, la condición expresada por el Dr...

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