Ximena Peredo / Gritar muy fuerte

AutorXimena Peredo

Estela es una niña preciosa que un día aprendió lo poderoso que puede ser un grito para detener algo que no le guste. En la casa de sus abuelos vive el tío Anselmo, quien a escondidas le quitaba la ropa y le hacía cosquillas por todo el cuerpo, lo que a Estela no le daba risa y le avergonzaba.

Por eso, la última vez que el tío quiso jugar, ella utilizó el poder de su grito para paralizarlo mientras la familia acudía en su auxilio ("¡Estela, Grita muy Fuerte!", de Isabel Olid y Martina Vanda, Editorial Fineo, 2008).

Dichoso el grito de Estela que encontró consuelo. Desgraciados los otros gritos.

Se necesita valor para leer "Se Venden Niños" (Planeta, 2009), el último libro de Sanjuana Martínez, un reporte completo sobre tres casas hogares que desaparecen niños y niñas en Cancún, Ciudad de México y Monterrey.

No se sabe cuántos son los extraviados porque ni los mismos niños saben su nombre completo. No hay un registro confiable. Sanjuana habla de 24 niños desaparecidos tan sólo en los tres albergues dirigidos por la Iglesia Cristiana Restaurada, o secta "Los Perfectos", pero podrían ser muchos más.

En México desaparecen 45 mil niños y niñas al año, pero pocos son extrañados y casi ninguno buscado. Juan Miguel Petit, relator de las Naciones Unidas sobre venta de niños, pornografía y explotación sexual infantil, declaró en 2007 que en nuestro país 20 mil niños son explotados sexualmente.

No es gratuito que México sea reconocido como el segundo país, después de Tailandia, con la red más amplia de trata de menores del mundo, industria que genera ganancias calculadas en 7 mil millones de dólares, según la investigadora Elena Azaola.

Es tan lucrativo el negocio de vender niñas y niños, que cada vez más empresarios y políticos se asocian, de ahí la imposibilidad de detener su crecimiento. Por eso han pasado siete meses desde la denuncia de las dos madres con hijos desaparecidos de la casa hogar regiomontana Caifac, dirigida por Patricia Murguía, sin que a la fecha haya alguien detenido, a pesar de que los testimonios de Brenda, la niña que escapó el año pasado, dan nombres y apellidos de las personas adultas que torturaban y se llevaban a los niños de viaje.

Pero, ¿quién le va a creer a Brenda? El DIF Nuevo...

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