Ximena Peredo / ¿De quién es Fundidora?

AutorXimena Peredo

Según el presidente del Consejo de Administración del Parque Fundidora, Artemio Garza, las 144 hectáreas son propiedad del organismo autónomo.

Esto lo declaró en su comparecencia del miércoles ante la Comisión de Presupuesto del Congreso local. Esto es lo que Garza cree, y con base en esta fe, seguramente toma decisiones, pero está equivocado.

El Parque Fundidora es un organismo público descentralizado, y el espacio no es ni del Consejo ni del Gobierno. Según la Ley que lo creó en el 2006, se trata de un bien público, de uso común, lo cual quiere decir que Fundidora es nuestro, del pueblo de Nuevo León. Pero basta con que sus nuevos administradores se crean los dueños para que pase lo que pasó.

¿Qué pasó? Desde su apertura en 2006, los Gobiernos estatales fueron intercambiando concesiones, es decir, su patrimonio fue catalogado como "no restringido", con lo cual se eliminó cualquier obstáculo que limitara su disposición (Decreto 372).

Así, de ser un espacio creado por decreto presidencial en 1988 como "pulmón urbano", hoy el 52 por ciento de su territorio está concesionado a privados.

Pero no sólo eso, se talaron cientos de árboles para construir todos estos negocios y para que se realizaran festivales con más de 210 mil asistentes sin que los árboles estorbaran -y claro, durante estos eventos sólo el que paga boleto entra-.

El colmo fue cuando hace dos años, el broncogobierno anunció que el Parque Fundidora tomaría la rienda de otros parques estatales, cuando justo lo que venía abandonando era esa vocación de servicio público ambiental y sus problemas financieros eran del tipo "barril sin fondo".

Tras este anuncio escribí la columna "¿Quién se ha robado mi parque?", en la que cité al mismo Artemio Garza promoviendo este esquema de participación de empresarios y de una "red de benefactores" para volver autosustentables a los parques.

Aquí está el meollo del asunto. El objetivo fue volver productivos nuestros parques, no brindarnos un servicio cada vez mejor a los usuarios. Los parques son productivos como pocos espacios, nos ayudan a descansar, son espacios afectivos, nos recargan de endorfinas que nos permiten regresar a la Ciudad con mejor cara. ¿Y eso qué? Dirán los amigos de "El Bronco".

El peor error del Gobernador es que claudica en sus...

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