¿Sangre de Cristo?

AutorErika Salazar

El vino se ha convertido en un símbolo de la religión católica, pues en la Biblia representa la sangre de Jesús y, por lo mismo, forma parte del ritual de consagración dentro de la misa.

En el mercado existe un vino para consagrar y otro llamado Sangre de Cristo. El primero es producido por varias casas vitivinícolas; el segundo sólo es elaborado en Cuatro Ciénegas, Coahuila, pero no se usa en el ritual litúrgico, aunque por su bajo precio es de los favoritos para cocinar.

Lo que dice la Biblia

"Tomad y bebed todos de él, porque ésta es mi sangre", señalan los sacerdotes católicos en misa, repitiendo las palabras que Jesús pronunció en la Ultima Cena, cuando sostenía el cáliz lleno de vino que pasó a sus discípulos.

Así como este pasaje bíblico, hay otros que involucran al vino con la religión, como el de "Las Bodas de Caná", cuando Jesús realiza su primer milagro convirtiendo el agua en esta bebida; por eso el líquido fermentado del fruto de la vid se ha transformado en un símbolo para los creyentes.

"En la Biblia está muy marcado; en el Viejo Testamento se habla de las ofrendas materiales que se hacen en el templo a Dios, y eso incluía los elementos de las cosechas: carnes, granos, aceite y vino. Eso era lo que se ofrendaba a Dios y eso existe desde la tradición judía, mucho antes del cristianismo", indica el psicólogo José María Infante Bonfiglio.

"El judaísmo y el cristianismo adoptaron el vino como elemento ritual, pero sin que formara parte de la fiesta religiosa; se tomaba bajo ciertas condiciones y características.

"En el caso del cristianismo, está muy claro por la consagración de la Ultima Cena, y esto pasa al ritual cristiano", expresa.

Esto se convirtió en un problema durante la primera etapa y a finales de la Edad Media, dice, porque el ritual de la misa excluyó el vino para los laicos y sólo era permitido para el celebrante.

"En el periodo de la Reforma (Siglo 16) se insiste en que el vino debe ser un elemento también, es decir, que la gente tiene que comulgar con vino, no sólo con el pan", agrega.

Pero no todas las iglesias cristianas no católicas aceptan esto; de hecho, afirma, en el Siglo 19 se planteó el jugo de uva no fermentado como sustituto del vino.

"Luego el Concilio Vaticano II aprueba que en algunas condiciones, por ejemplo en las bodas, puedan los laicos comulgar con vino, en este caso los contrayentes", añade.

Estos vinos son botritizados, es decir, son sometidos al hongo de la botrytiz, que reduce la cantidad de...

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