¿Está realmente la sociedad en crisis?

AutorBenjamín Troyse Miramontes

Continuamente escuchamos y decimosfrases como: "hacia dónde va la humanidad", "estamos viviendo la peor etapa de la historia". Si hacemos un análisis desapasionado tendríamos que admitir: nada es nuevo bajo el sol; hoy enfrentamos los mismos males sociales que se vivían en tiempos bíblicos: la traición, el robo, el adulterio, el homicidio y la guerra.

Moralmente, el ser humano no ha avanzado casi nada en más de tres mil años, mientras que el desarrollo tecnológico ha sido impresionante; eso sin contar con nuestro crecimiento exponencial desmedido. Esto obviamente trae, entre otras consecuencias, que la capacidad de hacer daño e incluso de matar aumente considerablemente. De ahí que no podamos establecer gran diferencia entre el Caín que mató a su hermano con una quijada de burro y el técnico, que hace unos años durante la Guerra del Golfo Pérsico, acribillaba a miles de personas en el otro lado del mundo con sólo apretar un botón desde su central de inteligencia.

En este siglo pudimos dar cuenta de una serie de inventos y descubrimientos que tenían como finalidad el simplificar la vida del hombre moderno: los antigripales que prometen el rápido alivio del dolor y otras molestias; el café instantáneo que nos permite disfrutar de una humeante y deliciosa taza sin tener que dedicar el tiempo que empleaban nuestros ancestros a prepararlo; qué decir de los pañuelos desechables, el amor instantáneo o el divorcio rápido y fácil.

UNA SOCIEDAD DESECHABLE.

Hace casi cuatro décadas Estados Unidos de Norteamérica participó en la guerra de Vietnam. Esto trajo como consecuencia que una juventud que había nacido y crecido en la abundancia fuera a matar o morir por una causa que les era totalmente ajena y que al final resultó ser un juego de conveniencias políticas y económicas; lo que produjo emocionalmente en esa nación fue una generación decepcionada y desconfiada, con una buena dotación de lunáticos altamente entrenados para matar.

Con ello se cimentó a una sociedad sobre falsos pilares: La desechabilidad, no sólo de cosas materiales sino hasta de personas, relaciones y su inmediata gratificación.

¿Será esto el final de otro ciclo más para la humanidad? Es cierto que "la vida moderna" nos plantea cientos de atractivos atípicos a raíz de varias anomalías: la impunidad y la corrupción prevaleciente en las clases gubernamentales de prácticamente todos los países del globo terráqueo o las vidas excitantes y románticas de los narcotraficantes.

No sólo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR