¿La oveja negra?

FILADELFIA (AFP).- Todos lo daban al principio como perdedor, incluso sus padres; pero la breve y fulgurante carrera política de George Walker Bush lo ha llevado hoy hasta las puertas de la Casa Blanca, que podría conquistar en las elecciones de noviembre próximo.

Bush, de 54 años y coronado anoche como candidato presidencial republicano, llegó a este cargo de abanderado del partido conservador casi por accidente: de ser el hijo de George Bush, el 41 Presidente de Estados Unidos, pasó a seguirle los pasos.

Durante varios años, tras graduarse de la prestigiosa Universidad de Yale, con notas bastante mediocres, Bush se mostró más bien como alguien a quien le gustaba, más que la política y la ideología, divertirse y pasar un buen rato, compartiendo unas cervezas, o algo más, con los amigos.

Luego entró, con éxito, en el mundo de las compañías petroleras, ayudado por su nombre y los contactos de su familia. Se casó con Laura, una bibliotecaria y maestra de escuela, y pareció calmarse un poco.

Pero los sueños y ambiciones políticos de los Bush se depositaban en el otro hijo del ex Presidente, Jeb Bush, actual Gobernador de Florida.

Según amigos cercanos de la familia Bush, citados por la prensa, incluso su padre y su madre, creían que George W. Bush iba a perder cuando hace seis años se presentó al cargo de Gobernador de Texas, "feudo de la familia y octava economía del mundo", según le gusta decir al candidato.

Incluso Barbara, quien había visto fracasar tantas veces a su hijo, trató de persuadirlo que no se lanzara en esa contienda, relataron amigos de la familia a reporteros.

Pero todos se llevaron una...

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