Fricasé/ ¿Por qué no a todos?
| Autor | El Abogado del Pueblo |
Como el "castigo" al alto consumo de agua está ya planteado en el esquema tarifario, en el cual, a mayor consumo se aplica un mayor cobro por metro cúbico de gasto, debe lamentarse que el Consejo de Administración de Agua y Drenaje haya aprobado una reducción en las tarifas para sólo poco más de la mitad de los usuarios, pero con un aumento para la otra mitad.
Adicionalmente, la forma en la que se llegó a esta propuesta y las discusiones para arribar a ella se manejaron a puertas cerradas, de tal manera que a la ciudadanía no le asistió la transparencia para poder determinar que se premiara a unos ciudadanos mientras que se castigara a otros.
Repetimos, ello a pesar de que, ya de por sí, los ciudadanos de alto consumo pagan más cara la unidad de agua que los de menos.
Se puede argumentar, con toda razón, que este proceder constituye una doble discriminación: que se mide a los ciudadanos bajo un doble estándar y se le aplica a la clase media y superior una discriminación inversa tan sólo por cometer el pecado de estar en posibilidades de consumir más agua.
Hemos sido los primeros en defender de los abusos de Agua y Drenaje en los cobros excesivos a la gente de escasos recursos que consume el mínimo.
Igualmente hemos deplorado que so pretexto del incumplimiento en el pago la paraestatal anteriormente recurriera al retiro de medidores a gente para la cual el agua significa la vida misma y un vehículo higiénico insustituible.
Mas no se requiere, para tratar de manera justa a los usuarios de escasos recursos, discriminar a la clase media y media alta al aplicarle criterios y trato diferente, y por lo mismo perjudiciales, pues atentan contra su economía hogareña.
Un viejo dicho popular, ampliamente conocido y empleado, dice, "lo que no es parejo es chipotudo" y se aplica como anillo al dedo en este asunto.
Una empresa propiedad del Gobierno, de supuesta utilidad pública, debe tratar a sus clientes con equidad: a todos igual, sin discriminar a nadie; ni por pobre, pero tampoco por "rico".
Y si, como es el caso, se habla de una empresa que cobra el agua a los ciudadanos AL DOBLE de lo que se cobra en otras entidades del País, como el DF, y que esta avaricia explotadora le permite generar enormes utilidades, se torna sumamente difícil el justificar alzas de tarifas para unos mientras se les aplican reducciones a otros.
Igualmente, nunca puede haber en asuntos de la vida pública tal cosa como "demasiada transparencia".
La reunión secreta del Consejo...
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