Coordenadas/ ¿Mercado interno o externo?
| Autor | Enrique Quintana |
Frecuentemente se presentan las estrategias que ponen énfasis en el mercado interno y externo como opuestas e incluso como excluyentes. Y de hecho, las diferentes dinámicas que han tenido, explican esa manera de ver las cosas.
Por ejemplo, de 1994 a la fecha, las exportaciones de manufacturas han crecido en el orden de 15 por ciento al año, lo que ilustra claramente el enorme impulso que ha experimentado el sector exportador. Desafortunadamente, como también se ha dicho frecuentemente, son sólo unos cientos de empresas las que explican la mayor parte de este crecimiento.
Para ver la evolución que ha tenido el mercado interno, uno de los indicadores más adecuados es el tamaño de la masa salarial real del sector formal de la economía. Para simplificar los cálculos, se la ponemos en términos de dólares.
Como el tema de la evolución de la masa salarial real en el largo plazo es menos socorrido, le pido que vayamos por partes.
Entre 1994, el año en el que entró en vigencia el TLC y el promedio de este año, el crecimiento del empleo formal que ofrece el sector privado, calculado a través de los datos del IMSS creció en 23.3 por ciento. Esto significa un crecimiento promedio anual de 2.6 por ciento.
El salario promedio de cotización que tiene registrado el IMSS en ese año es de 49.6 pesos diarios en promedio, con una cotización anual media de 3.59 pesos por dólar, el resultado es un sueldo mensual medio de 414 dólares.
En el 2002, el salario promedio de cotización es de 154 pesos por día con una cotización diaria promedio de 9.70 pesos por dólar. Así, el salario mensual comparable es de 476 dólares.
De esta manera, el crecimiento absoluto del salario promedio en dólares del sector formal de la economía es de 15 por ciento para los 8 años, 1.7 por ciento al año, y en consecuencia la masa salarial creció 41.7 por ciento, lo que implica una tasa media de 4.4 por ciento al año. Ese es el ritmo promedio de crecimiento de uno de los mejores indicadores del mercado interno.
Si comparamos la dinámicas de los dos indicadores encontramos que la que refiere al poder de compra doméstico creció apenas al 29 por ciento del ritmo que tuvieron las exportaciones. Por eso es que se justifica plenamente la percepción de que tenemos una economía marchando a dos velocidades.
¿Qué se hubiera necesitado para acompasar los ritmos? ¿Qué debiera haber existido para permitir que el mercado interno hubiera crecido a un ritmo más cercano al de las exportaciones?
Hay tres...
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