José Núñez Castañeda / ¿Cómo Medir la Eficiencia del Poder Legislativo?

AutorJosé Núñez Castañeda

El Poder Legislativo es el más criticado y, gracias a ello, la imagen lograda por los legisladores es la de seres improductivos y costosos. Y como la realidad política que prevalece es la de gobiernos divididos y cámaras sin mayoría, el Poder Ejecutivo ha encontrado en ese desprestigio generalizado un argumento de defensa.

En el Estado de México sucedió un fenómeno diferente con la Legislatura local que termina. El partido del Gobernador estaba en posición de minoría, pero al poco tiempo un grupo de diputados que habían resultado electos a través del PAN dejaron las filas del blanquiazul y formaron un grupo independiente, que sumó sus votos para aprobar las iniciativas del Ejecutivo local.

Ahora que la Legislatura local termina sus labores para ser reemplazada por flamantes diputados, es indispensable intentar un balance de lo que hicieron y de lo que dejaron de hacer los legisladores salientes.

Pero, ¿con qué criterio se puede medir la labor de una Cámara de Diputados? Una primera idea podría ser la de contar el número de códigos, leyes y decretos aprobados. Quizá podríamos contar el número de artículos aprobados, modificados o derogados.

Acaso podríamos tomar una cinta y medir el número de metros que ocupan en un anaquel de biblioteca. Resulta interesante acudir a datos estadísticos y conocer el número de sesiones del pleno y de las comisiones, las asistencias de los diputados, las iniciativas presentadas, el número de intervenciones en la tribuna, la cantidad de presidentes municipales acusados...

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