¿Por qué llora el bebé?

AutorAlicia Ortiz

El llanto del bebé, ese agudo y estridente ruido que suena a canto de sirenas la primera vez que lo escuchamos, puede convertirse en un motivo de preocupación, angustia, franca irritación y hasta desenfrenada desesperación cuando es intenso, prolongado, sobre todo porque no lo comprendemos como lo que suele ser: el único medio de expresión al alcance de un bebé de pocas semanas de vida, y una manifestación natural de los cambios que se gestan en la personalidad de un niño mayor conforme crece física y mentalmente.

El frecuente e intenso llanto de los recién nacidos se debe, por lo general, a diversas causas conocidas, como el hambre, el cansancio o el típico "cólico", que consiste en dolor abdominal agudo, con distensión y presencia de gases, el cual se presenta a intervalos más o menos regulares, generalmente por las tardes, y de manera más frecuente entre las dos semanas y los tres meses de vida del pequeño.

Hay otras causas no tan conocidas que provocan el llanto y que algunos especialistas identifican como "llanto periódico irritable", presente por lo regular con la misma frecuencia que el que provocan los cólicos, pero sin que existan malestares abdominales que lo justifiquen.

En estos casos no parece haber ningún dolor que lo explique, y sus causas son tan vagas y ambiguas que se le ha dado en llamar simplemente "irritabilidad". Puede presentarse a cualquier hora del día o de la noche, durar poco o prolongarse, y es posible que se trate de descargas de energía necesarias para el proceso de crecimiento.

Según el doctor Benjamín Spock, pediatra estadounidense que formó a generaciones de padres a partir de la segunda mitad del siglo 20, el cólico, el llanto periódico y la irritabilidad son muy comunes durante los tres primeros meses, nadie sabe por qué.

"Yo presumo que, dado que la atención del bebé al mundo exterior es más bien vaga, comparada con lo que será más tarde, esto lo hace más sensible a sus sensaciones internas de hambre, malestar intestinal o cansancio, sensaciones que son más bien agudas a esta edad porque el aparato digestivo y el sistema nervioso son inmaduros e inexperimentados", afirma Spock.

Otras explicaciones se inclinan por culpar al trauma del nacimiento, a la intempestiva y abrupta separación del bebé de ese ambiente húmedo, suave y cálido que vivía en el vientre de su madre, para lanzarse al hostil mundo exterior sin mayor defensa aparente que su capacidad ilimitada de proferir sonoros berridos, capaces de poner...

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