¿Filántropo Yo?/ Lo fuerte del sexo débil

AutorRenée Hubard

No es coincidencia que hablemos del CIAM cuando conmemoramos el Día Internacional de la Mujer.

El 8 de marzo de 1908 murieron calcinadas cientos de mujeres dentro de la fábrica textil Cotton de Nueva York donde se habían declarado en huelga y esta tragedia se convirtió desde entonces en el símbolo de la lucha por los derechos de la mujer que en ese entonces no tenía voz ni voto.

En este último siglo se ha dado un avance sustancial en materia de derechos humanos, concepto que antes ni siquiera existía y cuyo decreto mundial lleva poco más de 50 años funcionando desde que se iniciara la lucha en su favor al finalizar la Segunda Guerra Mundial.

Parece increíble pensar que todavía hace 30 años si una mujer era golpeada o violada por su propio marido, no encontrara prácticamente ningún sustento institucional en qué apoyarse.

La verdad es que entonces ni siquiera se podía tocar el tema, pues las cosas eran muy diferentes.

Veamos.

Según datos de la Conapo durante los años 60 una mujer mexicana tenía 7 hijos, mientras que hoy tiene 2.5 en promedio. En ese entonces, el tiempo de crianza era de 27 años desde que nacía el primer hijo hasta que el último alcanzaba la pubertad y hoy en día la cifra se redujo a 10.5 años.

Estos datos hablan del cambio de valores con que se rige la familia actual y son dramáticos cuando se refieren a familias pobres y monoparentales que representa el 30 por ciento de las familias de América Latina.

La tragedia es que entre el 30 y el 60 por ciento de estas mujeres que hoy son cabeza de su hogar han sufrido violencia intrafamiliar, según datos del experto doctor Kliksberg.

Antes de Beijing las mujeres lastimadas no tenían mucha esperanza, pero a partir de entonces distintos grupos femeninos se organizaron para luchar por sus derechos.

Es así que surgen organismos dedicados a atender a la mujer en estos casos, a acompañarla, asesorarla y apoyarla en las vías legales o sicológicas que se requieran. Y esta es, precisamente, parte de la filantrópica labor que CIAM ejerce en Guadalajara.

Pero revisemos datos...

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