Coordenadas/ ¿Qué es primero?
Autor | Enrique Quintana |
Pudiera pensarse que el ideal de un banquero es que al prestar tenga cero riesgo y una probabilidad de 100 por ciento que le paguen el principal y los intereses. Pero no es así.
Si ése fuera el caso, se acabaría el negocio pues sólo quienes no necesiten préstamos cumplirían con esa condición y al no requerir financiamiento, los bancos perderían su razón de ser.
A veces se olvida, pero el negocio de la Banca tiene inherente el riesgo. No hay negocio bancario que no tenga riesgo. El arte y la ciencia de la Banca tiene que ver precisamente con todos los procesos que implican que se pueda manejar el riesgo en los procesos crediticios.
Es cierto que los marcos legales e institucionales deben acotar ese riesgo. Deben permitir que los acreedores -todos y no sólo la Banca- puedan ejercer sus derechos en caso de que los deudores violen ciertas reglas básicas. Pero la estructura legal e institucional no sustituye a la actividad bancaria como tal.
A una Banca conservadora en exceso o con poca pericia para manejar los procesos de préstamo le puede usted poner el marco institucional que ofrezca más certeza y aún así va a reclamar por los riesgos de su actividad.
Una Banca inteligente y con visión es capaz de lidiar incluso con sistemas legales complicados e inciertos.
Todo lo anterior viene a cuenta por lo debatido en la 65 Convención de la Banca. Para poder encontrar un justo equilibrio hay que reunir las piezas que ahí se pusieron sobre la mesa y otras más que no estuvieron.
Por ejemplo, en esa Convención debieron estar representados los jueces, Magistrados y Ministros, que finalmente son los encargados de aplicar la ley. Debieron también estar presentes los legisladores, que son los que dirán la última palabra con respecto a las iniciativas que enviará el Presidente. Sin embargo, tradicionalmente, los banqueros han tenido interlocución básicamente con el Ejecutivo.
El problema es que hay el riesgo que dentro de 1 año se reclame que los legisladores cambiaron las propuestas de Fox y que además, el sistema judicial aplica las reglas de modo incorrecto.
No hay que llamarse a engaño, los banqueros desearían un sistema jurídico en el que los deudores carecieran de derechos. Para ellos sería el idóneo.
No defiendo en absoluto a los miles que abusaron y que dejaron de pagar en el pasado a sabiendas de que poco podrían hacer los bancos para cobrar. Ese proceso hizo más daño a la economía mexicana del que la mayoría cree.
Pero soy realista y entiendo que...
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