¿Celoso yo?

AutorRamón Clériga

"Los celos son, de todas las enfermedades del espíritu, aquella a la cual más cosas sirven de alimento y ninguna de remedio", Montaigne.

Uno de los deseos más profundos que tenemos las personas es el de ser únicos, exclusivos. Desde los primeros años de vida, primitivamente exigimos el amor exclusivo de nuestra madre.

Cuando en una relación se siente que el amor de la persona amada le ha sido quitado o está en peligro de serlo por una tercera persona, los celos aparecen. Los celos son una de las emociones naturales, pero estos pueden poseer rasgos constructivos o destructivos.

Debido a que se tiende a percibir a los celos normales como una muestra de afecto por parte de la persona amada, una cierta cantidad de celos sería necesaria. Sin embargo, si en una pareja los celos son permanentes, estos desgastan y perturban la relación afectiva y surge el reproche, el reclamo, e incluso, una pueril exigencia de incondicionalidad.

Como parte de la vida amorosa de todos los individuos, los celos son sentimientos que provocan goce y sufrimiento, y para explicar el fenómeno de los celos es posible recurrir a la teoría del apego. En experiencias realizadas con animales, se ha determinado que el apego que estos manifiestan por sus madres, no está basado en la necesidad de alimentación sino en la de seguridad.

Esto ha sido estudiado también en los seres humanos y se postula que conservamos la tendencia a una figura de apego durante toda la vida. Así, la madre -figura de apego inicial-, puede en una larga cadena ser sustituida por otras personas; por ejemplo, la pareja.

De esta manera, los celos son la emoción que manifiesta la ansiedad ante la posible pérdida de nuestra necesaria figura de apego, la que nos brindaría, consciente o inconscientemente, seguridad emocional.

Así, los celos son una reacción natural ante la posible pérdida de nuestra pareja y lo que determina que los celos sean normales o enfermizos es su intensidad, duración y el hecho de que se deban a una causa justificada o infundada.

Si entendemos que la necesidad de captar la atención de la persona celada es una de las características de los celos, se puede entender que en ciertas situaciones los mismos son necesarios y normales. Por ejemplo: En el matrimonio, este tipo de celos es útil, porque impulsa algo vital en la pareja y cada uno se esfuerza en mejorar para mantener encendida la llama del amor. Los celos, como una reacción de alerta ante una mengua amorosa en la pareja, pueden ser...

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