¿Tienen los apodos un lado bueno?

AutorMaría Fernanda Torres

Debido a que los apodos suelen ser desagradables, nadie pensaría que en ciertos casos pueden tener un lado positivo.

Los apodos que remarcan una habilidad, aptitud o rasgo intelectual pueden reforzar el autoestima y motivar la integración social de los niños, señala la pedagoga Lourdes García.

Motes como "El Lince" que se atribuye a los que destacan por su velocidad en competencias; "La Peque" para las niñas menuditas y delgaditas o "Máster", para los habilidosos en determinada área, pueden beneficiar el autoconcepto infantil.

"Los apodos que destacan las habilidades que poseen los niños para ciertas competencias, concursos, deportes y actividades educativas, refuerzan su seguridad.

"Lo perciben como una herramienta positiva que los distingue de los demás", indica.

Por ejemplo, "El Oso", habrá quienes se identifiquen con el mote, porque lo relacionan con fuerza o corpulencia, "El 300" porque posee un buen físico, "Godzilla" por grande e imponente, o "La Enciclopedia" porque es el más estudioso y siempre tiene una respuesta.

Durante la edad escolar es importante para niños y niñas fortalecer su red social, y en ocasiones, un apodo es suficiente para ser reconocidos por su grupo de amigos.

Los motes les permiten ser identificados por los demás, incluso por nuevas personas que los ubican fácilmente.

"Los niños tienen un gran ingenio para crear apodos", comenta García, "tanto que a veces resultan indelebles al seguir a la...

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