Guía la melancolía producción de Boe

AutorDiana Gutiérrez

Esta es la historia de un hombre que dejó la abogacía y se dedicó al estudio de las emociones para volverlo cine; la melancolía se volvió, para Christoffer Boe, su preferida.

"Uno de los sentimientos más genuinos que alguien puede experimentar es el que se siente al perder algo hermoso. La melancolía es lo que guía mi trabajo, desde el texto hasta el color y la textura de la imagen", señala Boe.

Invitado a México por Tóxico Cultura, el danés viene por vez primera al País para ser guía, durante tres días, de 20 creadores mexicanos en el taller Life as fiction. Cinema as life que hoy concluye en el hotel Bamer (Juárez 52 Col. Centro).

Admirador del fotógrafo francés Jacques-Henri Lartigue, Boe se preocupa por capturar en sus películas la sensación vital y orgánica que Lartigue transmitía en sus imágenes.

"Él tomaba fotos de lo que disfrutaba y lo que más le gustaba eran los autos veloces y las mujeres hermosas. Yo intento llenar cada cuadro con la sensación de algo bello que se ha perdido", comenta el autor del filme Reconstrucción (2003).

Cuando Boe enfermaba, su padre lo distraía en casa con las películas que a él le gustaban. Por la televisión desfilaban Fritz Lang, Orson Welles, Howard Hawks y Jean-Luc Godard, entre otros.

"Me ponía películas que no eran para niños. A los diez años yo ya había visto El Ciudadano Kane, que se convirtió en mi inspiración. Lo mismo que Kurosawa. Vi mucho cine antes de decidirme a hacerlo".

Y Dinamarca se convirtió en su primer objetivo a filmar. Antes de él, ningún cineasta había grabado la ciudad de Copenhague si no era como locación.

"Para mí era muy importante captar sus rincones porque la amo y la disfruto. Pero no es tan grande como México, así que estoy a punto de decirle adiós", apunta Boe al referirse a su próximo proyecto que se rodará en dos países más.

La obsesión del hombre por el amor es recurrente en su obra: para él, el amor es una ilusión peligrosa sin la cual es imposible vivir.

"El amor es la revolución más grande a la que podemos asistir. Es un enfrentamiento de ideas e identidades. Conocerlo es saber por qué luchas en la vida. Es la pregunta más grande que el hombre se ha hecho", afirma.

A Boe lo obsesiona la vida.

"Mi trabajo está enfocado en cómo diablos la gente da sentido a sus días. Sin fetichismos, la vida no tiene valía. Hay que ser fetichista para disfrutarla. La vida no tiene una narrativa o historia; sólo cuando te obsesionas adquiere sentido", opina.

Sus fetiches son los...

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