¡Sobrecupo!

AutorAlejandra Benítez y Edgar Contreras

PUEBLA.- Faltaba media hora para que iniciara el partido entre Puebla y América y las filas para entrar al Estadio Cuauhtémoc eran inmensas.

Ya no había lugares disponibles en las butacas ni en los palcos, pero la afición comenzó a apilarse en los pasillos y en las escaleras, hasta que ya no cabía ni un alfiler.

Sentados unos sobre otros, gritándose improperios para pedir que no taparan la visibilidad, cuerpo con cuerpo, sudados por el sol y por la proximidad, el malhumor invadió a más de uno.

Los vendedores hicieron verdaderos milagros para repartir y cobrar sus viandas, y además tuvieron que aguantar a decenas de molestos seguidores que pedían que se fueran con sus canastas y cajas a...

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