'¡Le pegaron!'

AutorErika Haro

'¡Le pegaron, le pegaron!", gritó un hombre que pasó cerca del lugar donde hirieron de muerte a uno de los escoltas de Raúl Pinedo Huerta.

José Armando Fregoso Ortiz estaba sentado en el interior de una camioneta oficial mientras esperaba a su acompañante, quien minutos antes entró a las oficinas de Mexicana, ubicadas en Mariano Otero.

"Ibamos a entregar una documentación a Mexicana, eran unos pases de abordar, para que nos registraran los kilómetros y después alguien me preguntó si venía conmigo un muchacho de una camioneta, porque lo acababan de balear.

"Grité y corrí hacia afuera, pero no me dejaron salir (de la aerolínea), porque pensaban que tal vez nos venían siguiendo", expresó ayer Mayra Hernández Argüelles, empleada de la corporación y acompañante de Fregoso Ortiz.

Testigos que se encontraban en el estacionamiento de un centro comercial La Luna, ubicado a un costado de las instalaciones de la aerolínea, narraron que se escucharon los disparos y después vieron cómo un joven caminaba apresurado.

"Después de los balazos vimos a un chavo, que se veía bien vestido, que caminaba hacia acá. Traía una pistola en la mano", dijo un lavacoches.

"En eso, un señor que pasaba por ahí gritó '¡le pegaron, le pegaron!".

Al estar casi frente a él, dijo, el joven pasó el arma de la mano derecha a la izquierda y la intentó ocultar pegándola a la pierna izquierda.

El homicida siguió caminando y al llegar a McDonald's viró a la izquierda y se metió por los carriles de autoservicio del negocio.

"Ya cuando se metió allí (en McDonald's) ya no lo vimos", comentó.

Minutos después de que Fregoso Ortiz fue herido, dijo, una mujer salió gritando de las oficinas de la aerolínea.

"Salió de allá (Mexicana) una mujer que se veía muy erviosa y la estaba agarrando otras personas, luego me dijeron que venía con el chavo (Fregoso Ortiz)", mencionó el lavacoches.

U vendedor ambulante de la calle Turquesa observó cuando un hombre salió corriendo del McDonald's e intentó abrir un automóvil tipo New Yorker, pero al escuchar el ruido de las sirenas de las patrullas corrió hacia la calle Ambar.

Otros testigos observaron correr al homicida con el arma, una calibre.9 milímetros, en la mano, sobre la calle Ambar y al llegar a Onix trepó a la azotea de una casa, donde intentó esconderse, pero minutos después fue aprehendido por policías de Zapopan.

Dentro de la camioneta en que se encontraba Fregoso Ortiz quedó la radiofrecuencia portátil que el escolta tenía asignada en el piso...

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