¡A paso de grandes!

AutorLuis Homero Echeverría

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OITA, Japón.- Sin miedo, sin importar las jerarquías y los anales, el Tricolor puso contra la pared por casi una hora a Italia, lo colocó a merced de la eliminación y demostró que el futbol mexicano está listo para cruzar el río y pelear palmo a palmo con cualquier adversario.

México amarró su contraseña para los Octavos de Final de la Copa del Mundo, lo fabricó con la dosis de inteligencia, orden y juego práctico.

Se puso cerca de vencer al tricampeón del mundo, pero le dio vida, la necesaria para que ambos se metieran a la segunda fase, ya entre los mejores 16 del mundo.

Contra el público japonés que favoreció a los italianos y todo el bagaje de este representativo, México demostró que los mitos están cerca de caerse.

El conjunto mexicano se apoderó del balón y creó las jugadas más propositivas del juego. Cuauhtémoc Blanco recobró una pizca del nivel mostrado en el primer partido y con eso le alcanzó para un servicio preciso a la testa de Jared Borgetti.

Noche de ensueño en Japón que fue inconclusa, que comenzó con euforia y rivalidad, para concluir con respeto y pacto de no agresión entre los dos equipos, ya que en los minutos finales, México e Italia dejaron pasar el tiempo al saberse clasificados.

Pero antes se desarrolló un duelo ajedrecístico en la cancha del "Big Eye", con los italianos jugando al filo de su eliminación, con un sistema precavido y poco ofensivo, carente de variantes a pesar de contar con una gama de talento en el campo y en el banquillo.

El esquema de Giovanni Trapattoni volvió a llenar de mediocridad a su equipo, con la única apuesta al servicio largo, cayendo en varias ocasiones en el fuera de lugar.

En la zaga apareció la seguridad de Rafael...

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