¡¡No puedo dormir!!

AutorNancy Keates

The Wall Street Journal

UN PSICOLOGO me recomendó dormir en el suelo. Un instructor de un gimnasio me sugirió que patinara. Un extraño me filmó en la cama y un acupunturista me aconsejó que tomara un brebaje tres veces al día.

Con todo lo que está pasando en el mundo resulta cada vez más difícil dormir toda la noche de un tirón. En Estados Unidos, por ejemplo, los atentados del 11 de septiembre han agudizado los problemas de insomio. Según un informe de la Fundación Nacional del Sueño, el número de personas que aseguran haber dormido ocho horas por noche ha caído un 21% frente al año anterior.

"Hay quienes lo llaman una epidemia", afirma John Shepard, presidente de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño. "Todo el mundo coincide en que las cosas están empeorando".

Pero... ¿está mejorando el campo de la "medicina del sueño"? Se trata de una industria que mueve US$14.000 millones al año en EE.UU., incluyendo medicamentos, relajantes y muchos otros.

Armada con mi propio insomnio y pesadillas, intenté averiguarlo. Durante la expedición me interrogaron sobre mi niñez, me pincharon con agujas y me dieron golpecitos con martillos. En una ocasión me mandaron a la cama con 22 alambres conectados a mi cuerpo.

Al final, descubrí que es posible pasar mejor la noche sin atiborrarse de pastillas y que el mejor consejo no siempre se encuentra en el lugar que uno espera.

La principal receta es la de ingerir fármacos, incluyendo Klonopin (un medicamento contra la ansiedad que ha demostrado ser efectivo en el 60% de los casos contra las pesadillas) y Ambien. Pero hay muchos otros consejos, desde evitar los noticieros matinales hasta tomar infusiones de raíz de valeriana. Un estudio de la Universidad de Oxford descubrió incluso que la gente que pensaba en sentarse en una playa o cerca de una cascada se quedaba dormida 20 minutos antes.

Mi batalla para conciliar el sueño se ha prolongado durante años, debido a una combinación de sonambulismo y pesadillas que me despertaban en medio de la noche y que tenían a mi marido desesperado. Después de hablar con expertos del sueño, elegí cinco clínicas que visité en un período de cuatro meses. Cuando me preguntaron a qué me dedicaba les respondí que era periodista, pero al principio no les aclaré que estaba trabajando en un artículo. He aquí un relato de cómo me fue:

Centro para Trastornos del Sueño, Columbia Presbyterian

Diagnóstico: Terrores Nocturnos

Tratamiento: Klonopin

Costo: US$3.450

Mi viaje arrancó con...

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