'¡...Pero no nos ahogamos!'

AutorDaniela Rea

Enviada

VILLAHERMOSA.- Un letrero gigante escrito con tinta roja en una tienda de espectaculares grita lo que los tabasqueños sienten: "¡Nos hundimos pero no nos ahogamos!". Al menos no en la Navidad.

Las calles tienen adornos tímidos, pero retumban los cohetones y chifladores de los niños. Las casas aún no están reparadas, pero la fiesta se extiende más allá de las banquetas. Los albergues lucen en blanco y negro, pero hay quien se las ingenia para adornar con un arbolito reciclado.

"Tristes nunca, si tenemos más motivos que nadie para celebrar la vida", dice una mujer a media noche. Aquí, historias de una navidad damnificada:

20:00 hrs. Granier de Santa

Rodeado de su séquito, el Gobernador llegó al Parque Recreativo de Atasta a saludar a las casi 2 mil personas que aún viven en albergue.

Personalmente no repartió regalos -eso se lo dejó al DIF- pero sí abrazos, besos, fotografías, firmas, consuelos, promesas. Y a cambio recibió quejas, cartas y peticiones.

En esta ocasión no fueron los niños quienes escribieron la carta a Santa Clos, sino los adultos a Granier. Una mujer le pidió sentido común, porque los 10 mil pesos que ofrece el gobierno para recuperar el negocio es insuficiente. Un señor, ingeniero químico como él, sólo le pidió trabajo. Lo suyo, dice, no es limpiar baños en el albergue. Otro más le pidió hacerse una limpia, pues cuando fue alcalde de Villahermosa, en el 99, la ciudad también se inundó.

"Tienen que tener la confianza de que no los voy a dejar en la calle... Les prometo a los que están aquí, que serán los primeros en tener una casa".

A los aplausos de la gente, se sumaron las fanfarrias del "Súper Grupo Caprichoso".

22:00 hrs. Navidad reciclada

En la tienda de Adriana Puig Castellanos cupo todo, menos las lástimas. Ella y sus cuatro hijos tiene mes y medio viviendo en una tienda de campaña a la que llama "mi casita". Es la número 10 del albergue, donde cupo una tele de pantalla grande y un estéreo que se ganó en la rifa de Panasonic, una cocina integral improvisada con huacales, un arbolito de navidad y una piñata.

"Ya ve que dicen que el cambio climático ocasionó esta inundación y que estamos en la era de reciclar... pues yo reciclé mi Navidad", dice con ánimo ecológico al explicar que todos los artefactos navideños se los regaló la señora a quien le ayudaba con la limpieza de su casa.

En medio de la tragedia, la casa de Adriana hierve de energía tabasqueña. Sus hijas se peinan y estrenan ropa para celebrar la primera...

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