Un ángel crítico

AutorMirtha Hernández

Promotor cultural, defensor de causas sociales, escritor y periodista consiguió hacer del lenguaje un aliado para, con buen humor e ironía, cuestionar la realidad de la Ciudad, del País y la clase política; además de mostrarse como un ser humano transparente.

Cuando recibió el Premio Internacional de Periodismo Don Quijote, Germán Dehesa dijo que para escribir sus artículos miraba dos mundos: el de la calle y el literario.

Esa visión diferente lo hizo un maestro del lenguaje, de la crítica aguda con buen humor.

"Como yo soy por un lado de extracción universitaria, estudiante de letras, y por otro, de extracción totalmente chancla, pensaba: ¿cómo haré yo para que se cree un mundo verbal, que resulte muy lleno de luces, divertido, intenso, como debe ser nuestro idioma, que lo tienen muy opaco, pero es un idioma brillantísimo?", expresó a REFORMA en febrero de 2008, luego de recibir el Don Quijote.

El dominio de la palabra y el diálogo lo desarrolló desde niño, pues contaba que le platicaba a su hermano mayor, Ángel -enfermo de parálisis cerebral-, historias de lo que veía en la calle y de lo que descubría en el mundo de los libros.

Esta práctica que realizó durante más de 20 años, la convirtió en un don. Así, Dehesa pudo aprender a imaginar "desde el otro", suponer lo que pensaba, ya que la comunicación con su hermano y las respuestas a sus narraciones se daban sólo mediante apretones de manos.

Germán Dehesa Violante nació en la Ciudad de México el 1 de julio de 1944, en la zona de Tacubaya; como él diría, muy cerca del Molino del Rey.

Gran parte de su infancia y juventud la pasó caminando por la Colonia Del Valle, donde hizo sus estudios de bachillerato en el Centro Universitario México, de los maristas.

Más tarde, ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde estudió las carreras de Ingeniería Química y Letras Hispánicas.

En la Facultad de Filosofía y Letras fue profesor y catedrático por más de 40 años.

El autor de libros como Adiós a las trampas, Cuestión de amor y Fallaste corazón era un amante de la lectura y su ferviente promotor.

Relataba que cuando dio clases de literatura en bachillerato no pasaba asistencia a sus alumnos, sólo les presentaba una lista de obras a leer en el curso y cuando terminaban un título debían acudir al aula a comentárselo.

Los jóvenes hacían fila para entrar al salón.

Fue editorialista de los periódicos Novedades y El Financiero; así como de Reforma, Mural y El Norte, del Grupo REFORMA.

En su columna Gaceta del Ángel -en honor a su hermano- decía que seguía conversando con él.

Allí criticó lo mismo a la vida capitalina que a las autoridades; los acontecimientos nacionales y la clase política. Ejerció plenamente su convicción de que el periodista es un intermediario entre el poder y la sociedad.

Ante la ineficacia de las autoridades para aclarar la desaparición y muerte de las mujeres de Juárez creó el espacio ¿Qué tal durmió? al que después sumó críticas al desempeño del ex gobernador del Estado de México, Arturo Montiel.

A través de sus columnas también dejó conocer a sus lectores más de Germán Dehesa como ser humano, ya que compartió sus aventuras como padre de cuatro...

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