Froylán M. López Narváez / 'Juanito' Greg
| Autor | Froylán M. López Narváez |
Con la reserva de lo que concluya el juicio impuesto a Gregorio Sánchez, ha terminado la posibilidad de que este ex candidato a gobernador lograse gobierno en el vulnerado y menoscabado estado de Quintana Roo, envenenado desde su erección lucrativa por Luis Echeverría. Ya formalmente preso, perdidos sus derechos políticos, el asunto recuerda los casos de AMLO y de Juanito, aquel célebre efímero, también recurso del PRD y del PT.
El juez segundo de distrito de Tepic, ya avezado en asuntos de grave implicación política, a pesar de escasos dos años en el cargo, dictó auto de formal prisión y ya no hay recurso legal para que Greg pueda retomar campaña. El lunes pasado perredistas principales insistían en la inocencia de su candidato de ocasión, pero ahora no tienen forma de reivindicar pronto al encausado. El juez ya se marcó mal con el avatar confuso llamado el michoacanazo, en donde fueron innodados munícipes y otros ciudadanos injustamente.
Para encarar la confrontación el PRD, los partidos que lanzaron a GSM recurrirán a movilizaciones y estrategias semejantes a las que usaron cuando la maquinación de desafuero por desacato a AMLO. Denuncias públicas, mediáticas las más, movilizaciones en Nayarit y Quintana Roo, y seguramente en el DF, serán los medios para manifestar inconformidad por lo que consideran agravio ilegal. Por supuesto actuarán diligencias judiciales y pugnarán ante el Tribunal Electoral para tratar de revertir la situación.
Entre militantes, simpatizantes y ciudadanos sin militancia se pregunta si en verdad no sabían sus promotores de los antecedentes achacados al fallido aspirante a gobernador quintanarroense. No solamente eso, no hay certidumbre sobre un aviso de que el inculpado tenía esas correrías, faltas o delitos. Por el rechazo de las inculpaciones es de admitirse que o no lo tomaron en cuenta o creyeron que la candidatura impediría una acción tan drástica y frontal. En todo caso ahora, dícese, a lo hecho, pecho.
De ser corroboradas las acusaciones al señor Sánchez Martínez por lo menos como "verdad" legal, las estimaciones sobre los políticos reincidirán en su menosprecio, incomprensión y repudio. Si son creídas especies de que este ciudadano enriqueció cuantiosa e ilegalmente, no ha poco, al final quedarán los resabios de que no se entiende cómo puede haber tal voracidad y el afán enloquecido de lograr bienes de poder público.
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