Froylán M. López Narváez / Cuando el destino...

AutorFroylán M. López Narváez

Entre zalamerías, servilismos y entreguismos falaces, a pesar de ellos, el denostado e imputado legalmente secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, Carlos A. Romero Deschamps, produjo, seguramente le escribieron, un discurso en ocasión de la conmemoración del 70 aniversario de la expropiación petrolera.

Se refieren y comentan hechos verídicos, según la historia común, y que tienen que ver con el acuciante debate y pleito en torno al manejo de energéticos, notoriamente petróleos y gases combustibles y que generan debates, pleitos y tomas de posición que son de incumbencia nacional. Apremiados, según sus intereses y estrategias, funcionarios y legisladores panistas confrontan la posición perredista y a algunos priistas, que incluyen ahora al ex presidente Miguel de la Madrid y Francisco Rojas, ex director de Pemex, quienes rechazan y advierten sobre una mayor injerencia de negociantes privados, de México y de otras regiones del mundo, en la explotación de esos bienes efímeros del país.

No es que, desde siempre, no haya habido participación, negocios entre capitalistas oriundos de la República y de empresas trasnacionales. Así, el emporio hankiano se forjó en mucho con concesiones de transporte de gasolinas. También la empresa holandesa Fugro acaba de ganar licitación para que, asociados con la compañía mexicana Constructora Subacuática Diavaz (unidos desde 1990), inicien en próximos días estudios geofísicos y geotécnicos en aguas profundas del Golfo de México.

Como estas instancias y mezclas de iniciativa privada y pública se podrían referir ganancias y lucros merced al régimen legal que auspicia que la gran y principal industria mexicana provea recursos para la estrategia desarrollista, consumista, capitalista, razón de ser actual de poderes públicos y de negociantes de todo corte.

Después de proponer que sin petróleo no hubiera habido "elemento estabilizador" en las últimas décadas, el sindicalista millonario y crónico señala con veracidad terrible, ominosa, como dijo: "...al conocer la sombría situación que presenta la economía de Estados Unidos (sic), lo que permite suponer que, de manera ineludible, dos de las tres principales fuentes de ingresos de nuestra economía se verán afectadas, a saber: el monto de las remesas enviadas por nuestros compatriotas que viven en ese país e igualmente el volumen de ingresos por exportación de manufacturas".

Romero Deschamps tira un diablazo. Se queja de que...

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