Froylán M. López Narváez / No Chávez Chávez

AutorFroylán M. López Narváez

Con ese juego verbal de confundir Chávez con saber, vale decir que perredistas y priistas patentizaron que el propuesto procurador general de la República, Arturo Chávez Chávez, no las trae todas consigo. Pero fue consentido como candidato viable a aquel cargo, por mayoría. El pleno del Senado dictaminará si se ratifica, o no, el nombramiento.

Uno vio en el canal del Congreso, que debiera tener salida al aire en la televisión abierta, rostro y jetas del aspirante a regir la confusa, corrompida, infiltrada, obsoleta Procuraduría General. Más que inquirido, acosado, por los senadores Pablo Gómez y Silvano Aureoles y Pedro Joaquín Coldwell, el chihuahuense apenas sorteó cuestionamientos sobre sus trabajos como abogado de individuos y en su desempeño como subprocurador y procurador en su tierra. Trabajó para el gobierno priista de Ernesto Zedillo y para el foxioso, con Santiago Creel Miranda. Sus correrías como litigante las cursó con Diego Fernández de Cevallos y Antonio Lozano Gracia.

Tanto por las réplicas de sus cuestionadores como por sus modos evasivos y lacónicos al contestar, quedó en esta comparecencia como inexperto e insípido ante los requerimientos para saber de su ideología y de sus convicciones ante asuntos magnos como el aborto y los feminicidios atroces e impunes, muchos, en Chihuahua.

Chávez Chávez proporcionó datos corroborables, se supone, en cuanto a sus empeños en la procuraduría norteña: 65 de los 93 casos que atendió durante su gestión fueron aclarados. De 54 homicidios, según datos que consiguió de los funcionarios actuales, ha sobrevenido sentencia condenatoria definitiva en 32; 12 están en vísperas de sentencia; seis en tribunales; cuatro en etapa probatoria y se han librado 11 órdenes de aprehensión que no han sido cumplimentadas. 28 casos en la Fiscalía Especial de Investigación de Homicidios de Mujeres no han identificado a las víctimas o no se ha identificado a los presuntos responsables. Según sus dichos "Encaré el problema con los instrumentos jurídicos e institucionales que en ese momento tenía la Procuraduría; se realizaron las acciones necesarias conforme a la ley para atender a todos y cada uno de los casos...".

Hubo preguntas incisivas, hirientes: "¿Hará trabajo sucio a García Luna?", le sorrajó el tozudo y enterado Silvano Aureoles. Es lugar común, viejo, que la PGR es aparato represor de los presidentes, sexenios ha. Se teme que esta práctica pueda tener...

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