¡Me lleva la...!

AutorAlejandro Baillet

SI UN conductor se encuentra con un denso tráfico, calles cerradas por obras viales, manifestaciones y uno que otro transportista público que le avienta el camión, seguro acabará estresado, lo que ocasionará que su forma de manejar sea agresiva.

Israel Galván, psicólogo, destacó que en la mayoría de las ocasiones el realizar el mismo trayecto todos los días contribuye a que con el paso del tiempo los automovilistas presenten este problema de salud (estrés), incluso antes de salir de su casa u oficina.

"Antes de abordar su unidad ya van pensando en el martirio por el que atravesarán y empiezan a ponerse de malas, unos minutos más tarde el tráfico y todas las incomodidades de las arterias viales hace que exploten y es peligroso porque en su desesperación manejan a exceso de velocidad con maniobras bruscas, aunque no avancen.

"Además el estrés los ciega, se ponen neuróticos y ya no respetan las señales de tránsito, le avientan el carro a la gente, se inician los gritos entre conductores, se cierren el paso y esto ocasiona los accidentes", indicó el psicólogo.

El estrés es sólo una de las afectaciones que atacan a los conductores, el estar parado en medio del tráfico por más de 10 o 15 minutos en un sólo lugar, origina que sientan ansiedad y en algunos casos depresión.

"Es complicado pedir que se calmen, nadie se tranquiliza porque uno que empiece a gritar o se aloque contagia a los demás. Varios estudios que me llegan reflejan que muchas muertes se deben a que algún conductor...

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