'¡Lázaro, levántate!'

AutorLuis Homero Echeverría

Cuando parecía derrumbada y al borde de la tumba la Selección Nacional, tiene una posibilidad de recuperación. La renovación tuvo que surgir como medida de contingencia ante la etapa de caos.

La buena voluntad de Enrique Meza terminó en el limbo, incapaz de trasmitir sus postulados a los jugadores y de que éstos mostraran algo más en el terreno que simplemente portar el uniforme.

Llegó el momento de limpiar la casa y acabar con quienes se creían eternos. La salida del técnico sólo fue el inicio de una prometedora transformación, con el entendimiento de cambiar los vicios de antaño y salvar el barco antes del hundimiento.

El carácter, determinación, frescura que se había escondido en los últimos meses dentro del Tricolor busca un resurgimiento con el nuevo estratega y los elementos de recién ingreso.

Javier Aguirre encarna esa luz de cambio en la estrategia del combinado mexicano. Representa a la nueva camada de entrenadores mexicanos con deseos de superación y triunfo. Con preparación en España y experiencia importante en la Liga local es la apuesta de los federativos para retomar el paso agradable que no hace mucho se tuviera.

La llegada del ex timonel del Pachuca implicó más cambios en el Tricolor. Fue necesario darle una sacudida a la Comisión de Selecciones Nacionales, la cual ya había demorado.

Pese a su postura de aferrarse al cargo por varios años, a Hugo Enrique Kiese le llegó el tiempo de salir. En varias oportunidades su trabajo recibió fuertes cuestionamientos, pero la crítica parecía hacerlo más fuerte, hasta que la realidad fue de un tamaño que no pudo esconder.

Al relevo, Alejandro Burillo. Muchos años dirigente tras el poder, intervendrá de nuevo directamente en los equipos nacionales, ante la perspectiva de que la cuantiosa inversión que ha hecho para tener los derechos de transmisión de la Selección, se le vaya por la borda.

El ex accionista de Televisa no se permitió más pérdidas ni intermediarios, la situación del Tricolor y los más de 40 millones de dólares que se comprometió a pagar, lo llevó a tomar una de sus más duras decisiones, entrar al terreno directivo con mayor tiempo y dedicación, además de exhibir su imagen, regularmente oculta o reservada para las ocasiones especiales.

Burillo se fabricó en la década de los 90 un poder de decisión importante para el futbol mexicano, con el control del entonces llamado Comité de Futbol de Televisa, donde aparecían América, Necaxa y Atlante; además de una profunda injerencia...

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