¡Hazle caso!

AutorSergio Navarro

Lorena Ochoa necesita saber cuándo dejarse amarrar las manos. Cuándo ser agresiva y cuándo no. Cuándo escuchar a su caddie.

Con esa enseñanza se fue del Abierto Femenil de Estados Unidos el domingo pasado, luego de quedar segunda y a dos golpes de la campeona Cristie Kerr. No se trató de aprender cómo jugar bajo presión o cómo ganar torneos, porque eso ya ha demostrado saberlo. Su aprendizaje fue más simple.

"Comunicación con mi caddie", admitió en Southern Pines, "cuándo ser agresiva y cuándo no. Se necesita que alguien te amarre las manos: no pegar hacia la bandera, sólo pegar a la mitad del green y hacer dos putts. Ese tipo de golf ayuda, es sólo ser más paciente. Aprendí eso".

Dave Brooker, caddie de Ochoa, le hizo en varias ocasiones algunas observaciones sobre determinados tiros durante la ronda Final del Abierto.

No es que Lorena las haya desatendido, simplemente confió más en ella y en su juego agresivo. Sólo que de haberlo escuchado con más paciencia pudo haber cambiado la historia.

"Una y otra vez David me estuvo diciendo: 'sólo pon la bola en el lado izquierdo, no trates de quedar muy cerca, porque será complicado'", relató Ochoa.

Agresiva o no. Ésa fue la enseñanza que se llevó Lorena del Abierto, en donde a pesar de...

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