¡Y al final gozan!: Rayados reacciona a tiempo

AutorCésar Vargas

"Si tienes una oportunidad, métela", le había dicho su padre a Elliott Huitrón un día antes del partido... y lo hizo, pues anotó ayer, al minuto 73, un gol providencial para unos Rayados que parecían a merced del Atlas.

No podría haber mejor momento para que Huitrón, de 20 años y origen humilde, cumpliera su cuento de hadas, porque guió al Monterrey a una victoria de 3-2 (4-3 global) sobre el Atlas y los mandó a la Semifinal por vez primera en 10 años.

El destino quería que su primer tanto en el máximo circuito se escribiera de esta manera. Apenas dos minutos antes Gabriel Caballero había echado fuera un disparo ante el arquero albiazul Ricardo Martínez, lo que hubiera puesto en ventaja a los Rojinegros.

El Atlas había empatado un 2-0 adverso en este partido de vuelta, y lo peor era que dominaba completamente a un Monterrey desconcertado, disminuido anímicamente y con huecos en la defensa, apenas en ventaja por su mejor posición en la tabla general.

"Pongan hue...", se escuchaba desde la tribuna el canto de La Adicción, tratando de contagiar a su equipo y al resto de los 36 mil aficionados que llenaron el Estadio Tecnológico.

Para entonces el Atlas le había metido algunos sustos al Monterrey y su gente, porque el árbitro Armando Archundia le anuló a los visitantes el tercer tanto, cuando Carlos María Morales remató en fuera de lugar.

Así que al 73' estaba hecha ya la boleta de cambio para que César Adame ingresara por Huitrón, en un intento por retomar el control del partido, pero el balón no quiso salir antes de que Walter Erviti tocara a Huitrón y éste quedara de frente al arquero Jesús Corona y lo batiera.

Tras el partido, Huitrón dijo que había recordado una jugada similar donde no se animó a disparar, cuando el Monterrey estaba arriba 2-0. Así que ahora ejecutó, y lo hizo con potencia suficiente como para mecer no sólo las redes, sino a un estadio que respiró profundamente.

"De los 180 minutos fue el momento más importante, el gol de Elliott fue un desahogo para todos", reflexionaría Erviti.

Un primer tiempo redondo les había permitido a los Rayados irse al descanso con un 2-0 (3-1 global) a favor, a través de la inspiración de Guillermo Franco, quien anotó a los 16' y 35', primero al vencer a Corona tras una pared con Alex y luego cuando Pablo Rotchen le sirvió y él se quitó la marca pegajosa, con una genialidad, para definir.

Pero Monterrey salió a la segunda parte desconectado, quizá bajo el exceso de confianza de sentirse...

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