¡Por fin esposos!

AutorJesús Acosta-Ortiz

Gente!/Especial

WINDSOR, Inglaterra.- El sol fue generoso con los novios y con los miles de asistentes a Windsor que ayer los vitorearon en la calle. El Príncipe Carlos de Inglaterra se casó por el civil con la mujer que ha amado por más de tres décadas, Camilla Parker Bowles, ahora duquesa de Cornwall y Princesa de Gales. La pareja recibió la bendición de la Iglesia anglicana, "el perdón de Dios" y el visto bueno de la familia real.

"Al final de todo, les fue muy bien. Carlos y Camilla han de ser gente buena. Si se hubieran casado ayer, qué horrible día les hubiera tocado, lluvia y hasta nieve, ¡estaba helado!", comentaron John Karliciuk y Sue Moonui, presentes entre las más de 20 mil personas que atiborraron ayer la calle principal de este poblado.

Por la madrugada sólo había en esa calle algunos periodistas y la familia Murray: tres niños, la madre y la abuela, que llegaron ahí desde la medianoche del viernes con todo y tienda de campaña. Hacia las 10:00 horas ya era difícil el paso entre cientos de periodistas apostados en los mejores lugares frente al Registro Civil y mezclados con la gente.

La espera fue larga y el viento era frío, pero el buen sol y la banda de jazz situada a la entrada del recinto alivió la espera. La expectación era de pompa y show monárquico, de ahí que causara sorpresa ver llegar al mediodía a los miembros de la familia real no en carruajes y limusinas custodiadas por soldaditos de rojo, sino en un simple microbús local.

La falta de glamour no arruinó la cita. A la vista de los fans de la realeza que aguardaron pacientes con banderitas británicas en mano, estaban los Príncipes Guillermo y Enrique, además de otros miembros de la familia. El entusiasmo se volcó en gritos y aplausos. Las cámaras saltaron desde todos los ángulos.

Instantes después, a las 12:30 en punto, arribarían los novios en su limusina. Habían dejado el Castillo de Windsor por la puerta de Cambridge y recorrido la avenida principal saludando a su paso a la gente. Al descender del coche, Camilla lucía nerviosa, pero su vestido sobrio y elegante, le trajo la admiración de la gente.

El Príncipe Carlos también se veía tenso, aunque sonriendo y saludando con su mano a la multitud. En segundos desaparecieron también detrás de las puertas del Registro Civil.

Clair Williams, encargada de celebrar el matrimonio, seguramente no dio un discurso de moralidad. Ella también es divorciada. Pero, a cambio, un retrato de la estricta Reina Victoria fue testigo del...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR