¡Felicidades, 'gordita'!

AutorJulieta R. Kabande

Desde que tenía 8 años Josefina García dio sus primeros pasos dentro de la cocina: ayudaba en el comal y el metate a su abuela Hildeliza Ruvalcaba, de quien heredó su sazón y también el amor por la gastronomía.

Gracias a estas dos herencias Josefina se dedicó a cocinar, primero para la familia y después para la gente en un modesto puesto en el barrio de Santa Tere.

Formado por una mesa chueca, una olla de patabán, un metate, un molcajete y un comal de lámina corriente, "La Gorda", como la llamaban con cariño los clientes, vendía por la noche la comida que preparaba durante el día.

Poco a poco la fama de estos deliciosos antojitos fue creciendo y se extendió por toda la ciudad, y fue tanto el auge que alcanzó que la gente llegaba y hacía fila con tal de saborear su rico pozole y crujientes tostadas.

Con el paso del tiempo a Josefina se le presentó la oportunidad de crecer y abrir un restaurante que no dudó en llamar "La Gorda".

Han transcurrido ya 62 años de "La Gorda", 45 como cocinera, 37 desde que comenzó a ayudarle a su abuela y sólo 11 desde la fundación de su primer restaurante.

Y será el próximo 13 de septiembre cuando Josefina celebre su honomástico como cocinera y también cuando apagará las "velitas" por el aniversario de su primer restaurante.

Como a la empresaria le encanta la fiesta y "la cantada", ese día "echará La Gorda" por la ventana y contratará a un mariachi, con el que seguramente se echará "un palomazo" para sus clientes de la sucursal de Santa Teresita.

"Para mí, más que en lo empresarial, el mayor...

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