¡Excéntricos al comer!

AutorRodolfo G. Zubieta

Los hábitos alimenticios de las celebridades muchas veces pueden ser tan o más excéntricos que cualquier otro de sus escándalos, sobre todo cuando se obsesionan con las verduras, recurren a dietas descabelladas o sus propias reglas dominan las necesidades de su estómago.

Por ejemplo, Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, decidió desde enero de este año comer sólo la carne de los animales que él mismo haya matado.

"Este año prácticamente me he vuelto vegetariano, ya que únicamente como los animales que he matado yo mismo. Hasta el momento, está siendo una buena experiencia. Como alimentos más saludables y he aprendido un montón sobre agricultura y crianza de animales", señaló el empresario a la revista Fortune.

Hay otros que son todavía más drásticos, como la actriz Gwyneth Paltrow, quien dijo que preferiría fumar crack antes de consumir comida enlatada, o el cantante Elton John, quien dio mucho de que hablar en los 90 luego de que fuera captado por el periódico británico Sunday Mirror realizando un extraño "ritual": masticaba la comida y luego la escupía.

"Amo comer, pero ¿cuál es el punto de tragar la comida? No puedes saborearla cuando ésta ya pasó tu garganta", expresó el intérprete tiempo después de que la publicación mostrara unas fotos en las cuales se comprobaba su trastorno alimenticio, que ahora ya no tiene.

También hay celebridades que prefieren hacer caso omiso a los nutriólogos y crear sus propias dietas, como lo ha hecho desde hace cuatro años la modelo Elizabeth Hurley (Al Diablo con el Diablo), quien eliminó por completo la comida más importante del día: el desayuno.

"Mi dieta ha sobrevivido a una cruenta batalla con casi todos los doctores que han estado en desacuerdo conmigo, pero, de verdad, no acostumbro desayunar", declaró la británica en el sitio The Daily Mail en 2010.

De hecho, agregó, en las mañanas sólo toma un café expreso y agua, caso contrario al de Elvis Presley, cuyo desayuno predilecto eran los sándwiches de plátano con crema de maní.

Pero si de aversión a ciertos alimentos se trata, el Maestro del Suspenso, Alfred Hitchcock, se lleva las palmas, pues, a pesar de haber retratado en el cine los miedos más profundos del ser humano, jamás pudo enfrentar el suyo: un terror general a la comida (cibofobia).

"Les tengo miedo y pánico a muchas cosas. Nunca he manejado un auto; tengo miedo a la ley, a los policías y a la comida, en específico a los huevos o a todo lo que tenga forma de huevo. Me da escalofríos"...

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