¡Es Puma!/ Las Carboneras

AutorGermán Dehesa

Estar en España es tener la disposición a emplear el 80% del tiempo útil de conversación en hablar de futbol. Madrid o Barcelona, da igual, en ambas ciudades los saberes y la trivia futbolística son materia indispensable de la charla. Y si eres mexicano, la situación adquiere niveles trágicos porque los españoles podrán no saber cómo o por qué ganó Fox (creo que los mexicanos tampoco sabemos), pero saben con todo detalle de nuestras oprobiosas derrotas frente a Costa Rica y Honduras (por mencionar los dos horrores más recientes). Algo sabemos los españoles de lo que se sufre con el Seleccionado Nacional, me dicen como si me estuvieran dando palmaditas en el lomo, no se lo tomen tan a la tremenda; lo que pasa es que su equipo está en transición. Así me dicen y yo pienso que, en efecto, desde que los aztecas dejaron de jugar tlachtli, el ritual juego sagrado de pelota, el seleccionado mexicano ha vivido un largo periodo de transición. No tengo las estadísticas a mano, pero no creo que ningún otro país tenga cifras tan espantosas que vinculen el número de copas del mundo a las que haya asistido y los resultados que ha obtenido. Por esto, me es tan difícil hablar de futbol en España. Preferiría hablar de José Alfredo Jiménez o de jícaras michoacanas.

Luis Eduardo Aute es un oasis y un sedante para mi desconsuelo futbolístico. Compositor, cantante muy exitoso, pintor y cineasta, vive en Madrid, pero no recuerda haber asistido jamás a un partido del Real Madrid o del "Aleti". Lo que pueda ocurrir en una cancha lo deja absolutamente imposible y no sabe si Di Stéfano ya se retiró, o sigue en activo. Es una ganga el buen Aute. A él el futbol sólo le toca por el lado de la compasión. Después de muchos años de componer y cantar canciones con gran éxito entre sus familiares y ante la total indiferencia de las disqueras y del gran público, a Aute comenzó a irle francamente bien y sus canciones, poéticas y bellas, conocieron el éxito. Junto con el triunfo, llegó el dinero y con él, el miedo. Un artista con demasiado dinero se va condenando a la parálisis. En ese trance tan difícil, Aute conoció a los voluntariosos muchachos que juegan, o intentan jugar, en un modestísimo equipo de un pueblito de las cercanías de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR