¡A cosechar!

Catarinas, mariposas, jitomates, lechugas, chiles, hierbas aromáticas, ensaladas, tés, lazos comunitarios fortalecidos... todo esto llegará con su huerto para elevar su calidad de vida.

Lo más importante antes de empezar a sembrar es asumir el compromiso de cuidar su cultivo, convencido de los beneficios que le proporcionará a usted y a su entorno.

Luego haga de exploradore de su espacio: recorra su hogar y determine el mejor lugar para ubicarlo. Las azoteas verdes y los jardines verticales se llevan muy bien con los huertos, pero también un balcón o incluso una ventana pueden funcionar.

Recuerde que son necesarias por lo menos cinco horas de sol directo al día, debe haber buena ventilación y tener cierto espacio para preparar y manipular los módulos de cultivo.

Otra opción es organizarse con sus vecinos y con la delegación para instalar su huerto en un parque. En el Vivero Urbano Reforma, por ejemplo, ubicado sobre esta avenida y Circuito Interior, existe uno donde se dan talleres y se invita a los vecinos a que consuman lo que se produce.

En ese sentido, Lily Foster, de Sembradores Urbanos, asegura que la integración de espacios comestibles en el diseño urbano públlico es posible.

"Si cada parque tuviera un centro de capacitación y un huerto, podríamos ir a un puesto a comprar semillas, igual que hoy vamos a un puesto a comprar periódicos", dice.

Una vez elegido el lugar, seleccione un contenedor. Utlice macetas o reutilice otros contenedores y límpielos muy bien. Deben tener una profundidad de por lo menos 20 centímetros; entre más profundos, mejor. Haga orificios y, si es posible, colóquelos en alto (por ejemplo, sobre ladrillos) para que tengan buen drenaje.

Después es fundamental nutrir bien la tierra para que las plantas se mantengan sanas y resistentes. Haga un sustrato con una mezcla de hojas secas, tierra y una cuarta parte de composta, como humus de lombriz.

Ahora ya está listo para sembrar. Infórmese sobre la mejor temporada de cada hortaliza, pues las demandas de temperatura y agua varían.

Elija plantas de hojas verdes como lechugas y acelgas si está empezando: se dan en abundancia y aguantan más. También se recomiendan hierbas aromáticas y rábanos, pues crecen rápido.

Finalmente recuerde buscar semillas orgánicas; las convencionales son cultivadas con químicos. De hecho, puede tratar de germinar sus propias plantas, pero tendrá que ser paciente.

"El cultivo orgánico, libre de pesticidas y fertilizantes químicos, embellece el...

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