¡Qué clase de amigo!

A un año cuatro meses del asesinato de su entonces jefe, Paco Stanley, Jorge Gil sigue preguntándose si el conductor tendría algún presentimiento sobre la manera en que fallecería. Sobre todo, dice, porque meses antes del crimen, una lectora de tarot, a quien por cierto el propio Paco corrió de su oficina, le vaticinó que en su muerte entaría involucrada la traición de su mejor amigo.

Esa es una de las interrogantes que Gil consigna en Mi Verdad, un libro que este miércoles sale a la venta a nivel nacional, y que narra detalles de la amistad entre el desaparecido conductor y Mario Bezares, preso desde agosto del 1999 en el Reclusorio Oriente por su supuesta participación en el homicidio.

En 200 páginas editadas por Grijalbo, el periodista, que recibió dos balazos aquella mañana del 7 de junio de 1999 en las afueras del restaurante El Charco de las Ranas, también explica la broma que le hizo Stanley a Emilio Azcárraga Jean y que le costó el veto de Televisa.

Además da cuenta de algunos detalles hasta ahora desconocidos de la relación de Paco y Mario con Brenda Yamilé Jiménez, esposa de este último. Y de Paola Durante, la edecán del programa Una Tras Otra, actualmente encarcelada, se refiere en contadas ocasiones.

A continuación y en exclusiva para Gente!, algunos extractos de los 12 capítulos que conforman Mi Verdad.

La presunta coartada de Mario

...En el trayecto a El Charco de las Ranas, recibió una llamada: era Mónica Olmos, la joven con quien vivía. Intuí que le habló de algún supermercado porque Paco le dijo: "Me compras jamón de pavo".

Después Mario declararía que Paco se comunicó con una chica para citarla en un departamento que tenía en la colonia Condesa.

La declaración era extraña, dada la frase de Paco: "Me compras jamón de pavo", que resultaba demasiado hogareña si hubiera querido tener un encuentro con otra joven en un departamento...

...Mario estaba sentado de frente al acceso principal del restaurante. Recibió una llamada en su celular y se puso de pie para hablar. No lo hizo sentado, lo que más tarde me pareció ilógico al tener una fractura o lesión menor (en el pie), si usted quiere.

Bezares devoró su platillo y Paco comió de manera pausada, pero al momento en que este último extendió el brazo para solicitar la cuenta con un ademán, Mario instantáneamente se llevó las manos al estómago, exclamando:

"No llego, se los juro que no llego a la oficina".

Hizo un gesto de dolor y remató: "Tengo que ir al baño".

Parecería que el...

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