¡Blanco amanecer!

AutorLuis Homero Echeverría

Grupo Reforma / Enviado

NIIGATA, Japón.- La primera victoria está escrita. Contra pronósticos, bagaje futbolístico e historias del pasado reciente, la Selección Nacional se metió los primeros tres puntos a su casillero, al imponerse 1-0 a Croacia en el Big Swan, con 38 mil testigos, en su mayoría mexicanos.

La estrategia de Aguirre rindió frutos pues congeló las principales armas de los croatas y explotó las propias, las hizo lucir y sacó talento en sus jugadores para echar por tierra todos los vaticinios.

Periodo incial de tensión, de excesiva estática en el juego croata y posesión del esférico para el lado mexicano, con orden, control, idea futbolística, quedándose el Tricolor cerca de le eficacia, de no ser por la indiferencia que pareció cubrir el partido por parte de los hombres de adelante.

Demoró Cuauhtémoc Blanco cerca de 15 minutos en conectarse a la sintonía del resto del equipo, pero cuando lo hizo se puso igualmente el overol, entrando en una combinación aceptable por el corredor derecho con Sigifredo Mercado, apoyados por el mejor partido de su estancia en el conjunto para Gabriel Caballero.

Croacia apostó por la fuerza para acercarse al marco mexicano, buscó el centro como su vía de escape, pero esta táctica de poco le sirvió ante la pared que formaron Gerardo Torrado y el propio Caballero en el robo de esféricos.

La esperanza de los balcánicos se centró en la conducción atropellada de Robert Prosinecki, abandonada ante el fantasma en que se convirtió Alen Boksic en el eje de ataque. El balonazo y los tiros por arriba fueron la vía preferida de Croacia para ir al ataque.

Al 60', México recibió su premio cuando Cuauhtémoc Blanco fue derribado en el área y el penal llegó en medio del alarido general. Blanco fue el encargado de inaugurar el marcador que a la postre sería definitivo.

Prosinecki dio todo físicamente, salió del terreno y el resultado varió sólo unos instantes, porque México volvió a ser el dueño del medio terreno, de la recuperación y el envolvimiento por las bandas.

La voluntad no bastó para Croacia, el Tricolor recobró el poderío, encontró en el ingreso de Luis Hernández mayor penetración al área, aunque el momento de definir volvió a esconderse.

Croacia sufrió más los últimos minutos por defender que buscar el empate, mantuvo el hilo de su ofensiva sujetado al contragolpe, sin sentido para una defensa mexicana bien ubicada, con pulcritud y orden como características.

México avanzó de manera importante en su...

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