¡Bienvenida otra vez, Yuri!

AutorLuis Díaz

Fotos: José Diego Gómez

Ningún artista puede garantizar un regreso seguro al éxito, tras desaparecer casi un lustro de los escenarios, sin embargo existe un principio muy cierto: "si vas a regresar, que sea con fuerza, con calidad y con humildad"... que sea como Yuri.

Con una sonrisa de oreja a oreja, más madura, más delgada y más guapa que nunca, Yuri regresa a la batalla con su voz y talento inconfundibles.

Enamorada es el título de su más reciente producción discográfica, en la que el pop y la balada hacen base, sin dejar a un lado los ritmos latino-tropicales, los cuales han sido siempre bien interpretados por la jarocha.

Es de todos sabido que mientras estaba lejos del medio comercial de la música, se dedicó a alimentar su fe, fortalecer su espíritu y a crecer como persona, pero pocos saben que durante estos años Yuri cursó la "carrera de ama de casa, en la universidad de la vida".

"¿Qué hice en estos cuatro años?, ¡Uy!, pues lo que no hice en 20 años como persona, esposa, hermana, hija y sobre todo como ama de casa, pues planché, lavé, eché a perder mucha ropa y traté de ser como un ser humano normal", dice la cantante, quien actualmente reside en Miami, Florida.

Pero aunque estuvo desconectada del ámbito comercial, no abandonó la música por completo, pues realizó algunos discos cristianos para llevar ánimo a los necesitados, así que a su "carrera" de ama de casa, habría que acreditarle su servicio social.

"Me hice más sensible al dolor ajeno y de vez en cuando venía a México para obras sociales, cantaba en basureros, fui casi a todas las cárceles de México a cantar y eso me sensibilizó, me hizo más humana, pues vi que los artistas vivimos en una nube y a veces estamos en el rollo del yo, pero después te das cuenta que eres un ser humano como cualquier otro pero dentro de tu carrera te tocó estar en un aparador", dice.

Después de 25 años de carrera sin respiro, Yuri se concedió una pausa para meditar, relajarse y consolidar su matrimonio, para cambiar muchas cosas, perdonar a los demás y perdonarse a sí misma, en fin para ir recobrando el terreno perdido.

"Probé la vida del ser humano normal y la verdad me gustó mucho, ¡uy sí!, pasaba desapercibida en los cines, en los aeropuertos y las personas no me reconocían hasta que escuchaban mi voz, yo andaba en los aviones vestida con pants y en clase turista, no en primera clase y me empezó a gustar esa vida de tranquilidad, me empezó a gustar el hecho de no estar en boca de la gente"...

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