José Woldenberg / Salario mínimo suficiente...

AutorJosé Woldenberg

Ya está circulando la iniciativa "Política de recuperación del salario mínimo en México y en el DF", que presenta el gobierno de la capital como "una propuesta para el acuerdo". Un documento sólido, informado, que no pretende ser la verdad revelada, pero que entra en debate con algunos de los prejuicios que han fomentado el deterioro (primero) y el estancamiento (después) del salario mínimo, y que pretende ser un insumo relevante para un acuerdo capaz de recuperar y potenciar las capacidades adquisitivas del salario mínimo. El solo hecho de que ahora se discuta públicamente el tema es ya una ganancia, tras décadas en las que desapareció del escenario.

No es un asunto menor. "El 13 por ciento de la población ocupada en el país gana un salario mínimo y el 9 por ciento lo percibe en el Distrito Federal...es decir, 7 millones de personas, de las cuales 370 mil residen en la ciudad de México". Y el problema central es que dicho salario no alcanza siquiera para adquirir los bienes necesarios que, según el Coneval, se requieren para salir de la situación de pobreza.

No siempre fue así. "El periodo más dinámico y favorable arrancó en 1952. Durante esa década, el salario mínimo real tuvo un crecimiento de 10.8 por ciento promedio anual". "En los sesenta, el salario mínimo real continuó con un crecimiento notable del 4.5% en promedio al año...Sin embargo, la historia cambió en los setenta...En los ochenta...cayó a un ritmo anual de 6.9%...y en los noventa...llegamos al escenario de una caída anual media de 3.2". Como dice el estudio, la función del salario mínimo fue "la de apoyar la estabilización de la inflación", a costa de los ingresos de los trabajadores.

México no solo tiene el salario mínimo real más bajo de todos los países de la OCDE, sino también es de los más deprimidos en América Latina. Nuestro país -dice el texto- es un "caso atípico y excéntrico" ya que es el único de América Latina que no ha incrementado el salario mínimo en todo el siglo XXI. Esa sola constatación debería servir como resorte para intentar revertir tan ofensiva situación.

Varias razones, además, ofrece el documento para actuar: A) por el mandato constitucional que impone que "los salarios mínimos deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural...". Objetivo laudable que merece pasar de la promesa a la realidad...

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