Wicked: La magia sí existe
| Autor | Raymundo Zamarripa |
Fotos: Miguel Larrauri
Para quienes no saben nada sobre Wicked, basta decir que es un musical que los transportará a la Tierra de Oz para conocer a Elphaba y Glinda, dos jóvenes estudiantes de magia que son como el día y la noche.
El texto de la obra, basado en la novela "Wicked: The Life and Times of the Wicked Witch of the West", de Gregory Maguire, visita el pasado de las brujas de Oz para explicar cómo se ganaron los títulos de "buenas" y "malas".
Estrenada en Broadway en el 2003, con música y letra de Stephen Schwartz, el espectáculo habla sobre conseguir lo imposible, la importancia de la amistad, la confianza en uno mismo, los juegos del destino y de cuán engañosas pueden ser las apariencias.
Quienes conocen la historia de Wicked y esperan el estreno del musical el próximo 17 de octubre en el Teatro Telcel de la Ciudad de México saben que, por su nivel artístico, su fastuosa producción y la alta exigencia que impone a los intérpretes, su llegada a los escenarios del País sólo puede explicarse gracias a la magia.
Así que al encarnar a los personajes principales, las actrices Cecilia de la Cueva (Glinda), Ana Cecilia Anzaldúa y Danna Paola (quienes alternarán el papel de Elphaba) tienen el reto al que se enfrenta cualquier bruja -aprendiz o experimentada- cuando usa sus poderes: hacer las cosas bien (o excelentemente bien, en el caso de esta obra) o ver cómo se revierten sus efectos.
ANA CECILIA ANZALDÚA
Elphaba
Anzaldúa trajo el disco de Wicked en su coche hasta que se rayó. Actualmente, ve el encanto del musical desde otra perspectiva.
"Esta obra está hecha para que casi no puedas respirar. Todo el día estás peleándote contigo, con la rola, con el vestuario. Te tiene todo el tiempo con las emociones en el borde. Nos hace sufrir un poquito para que llegue toda esa pasión al otro lado", dice.
Durante los ensayos, Anzaldúa se dio cuenta de que en el primer acto tiene muy poco tiempo para tomar agua, por lo que le encantaría tener magia para resolver el inconveniente.
"Haría un hechizo para tener un bebedero como de hámster por ahí y poder pasar y sorber un poquito de agua", bromea.
Convencida de que nada es casualidad en Wicked, la actriz ha tenido que hacer magia para sacar adelante su interpretación.
"La magia funciona así, si te dices 'no puedo', todo se va al excusado", asegura.
CECILIA DE LA CUEVA
Glinda
Aunque sabe que el mundo se rige por la dualidad entre el caos y la creación, a De la Cueva le gustaría contar con más...
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