Walt Disney: Un hombre real, una vida de fantasía

AutorEugenio Guzmán

Un día como hoy, pero de hace 109 años, nació Walt Disney, cuya obra y legado seguramente han tocado la vida de todos los lectores de estas páginas.

Para conmemorar el nacimiento del visionario más importante en entretenimiento familiar del siglo pasado, su hija Diane Disney Miller nos concede una entrevista exclusiva desde el Walt Disney Family Museum, en San Francisco.

Hablar con ella es asomarse a la vida real de un hombre excepcional. Un hombre que logró hacer que las orejas de un ratón se convirtieran en ícono mundial, mucho antes de que se hablara de globalización.

PAPÁ CARIÑOSO

Diane Disney es la hija biológica y primogénita del matrimonio entre Walt Disney y Lillia Bounds, quienes también adoptaron una niña llamada Sharon, fallecida en 1993.

Una de las curiosidades que recuerda de su padre es que no le gustaba vivir cerca de su trabajo, pues valoraba mucho el tiempo que podía estar solo manejando en el carro.

"Él sabía que llegando al estudio no iba a estar solo nunca más; se la pasaba visitando a los grupos de animación y probablemente invitaba a comer a algún periodista. Tenía un gran tacto para las relaciones públicas, siempre estaba rodeado de gente", comenta Diane, de 76 años.

Pero así tuviera una jornada densa en la oficina, todos los días llegaba puntual a casa para cenar con su familia, añade.

"Generalmente llegaba alrededor de las 7 de la tarde y durante la cena sí hablaba de sus proyectos, pero creo que no tuvimos nosotros un impacto en su trabajo del todo, no siempre le gustaban nuestras retroalimentaciones", exclama en medio de una sonrisa.

Durante muchos años, Diane tuvo que contestar la siguiente pregunta: ¿qué se siente ser la hija de Walt Disney? Y su respuesta, dice, siempre ha sido la misma.

"Viví las experiencias que muchas familias viven, nunca me sentí especial. Él era un padre al que le gustaba tomar fotos con sus hijas en las vacaciones, normal, era un hombre maduro, pero muy fresco, no posado".

Reconoce que ahora lo admira más porque fue una persona singular, sobre todo porque logró llegar lejos con base en el trabajo.

"Él no fue a la escuela más allá de los 16 años, se educaba en la biblioteca leyendo libros que él escogía para sí mismo, fue un autodidacta como muchos otros hombres de ese periodo", expresa.

"Mi papá decía que toda su vida había trabajado muy duro, pero que nunca había sido infeliz; era un hombre que anhelaba una vida confortable, pero no exenta de esfuerzo.

"Fue un espléndido padre y un...

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