Vuelve a intentar

"Falla, aprende, supera y repite..." Este es un mantra que los videojugadores llevamos grabado en el inconsciente, aunque en pocos juegos esta sentencia aplica tan certeramente como en aquellos que integran la "familia Souls".

Como no podía ser de otra forma, con Dark Souls III, Hidetaka Miyazaki nos vuelve a entregar un título inmisericorde con el jugador. Aquí no hay concesiones: O mejoras tu técnica o morirás mil veces sin poder avanzar.

Los jugadores deberán internarse en laberínticos niveles, todos ellos ambientados magistralmente. En tu camino tendrás que enfrentarte a toda clase de bestias aberrantes: ratas gigantes, esqueletos malditos... ya sabes, el bestiario habitual.

Hablando precisamente del combate, éste aumentó en su velocidad. Aunque no por ello creas que se presta para soltar de botonazos, pues de hacerlo, incluso el más insignificante de los enemigos puede acabar contigo con unos cuantos golpes.

Asimismo encontramos que cada arma confiere al personaje una habilidad distinta, lo que amplía el abanico de ataques para cada ocasión.

Como una máquinaria que ha sido finamente ajustada, en la última parte de la trilogía no encontraremos grandes cambios. Apenas algunos ajustes.

Quienes ya se hayan probado alguna de las obras anteriores de FromSoftware, quizá sientan al principio que el reto ha disminuido. pero no es así.

Es cierto, encontrarás las fogatas que sirven como...

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