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De Vuelta al Ruedo / ¡Quiero la verdad!

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Vincent
AutorMartha Figueroa

Ahora cada vez que veo a Gloria Trevi me acuerdo de dos cosas: a) Los gritos de Paty Chapoy, y b) Los ojos de Adela Micha. Yo aquí cuento lo que veo y a veces incluyo lo que pienso. Pero el de hoy no sé ni cómo abordarlo, porque es uno de los casos más surrealistas que he conocido. Niñas igualitas enamoradas de un señor con cara de sapo, padres culpables, bebés hermanastros procreados con la misma "arma delictiva", televisoras enloquecidas, un montón de jueces, fans... El caso Trevi lo tiene todo.

Por eso, mejor escribo los dos momentos que me recuerdan el principio y el fin del cuento "Trevi-Andrade". El inciso "a" (los gritos Chapoy) da un poco de miedo y mucha risa, porque fue impresionante verla convertida en algo muy parecido a la mamá de Carrie (en la terrorífica escena en la que quiere matar a su propia hija), cuando Jacobo Zabludovsky anunciaba que Gloria había firmado contrato con Televisa.

Un día Sergio Andrade entró a las oficinas de Paty en TV Azteca para ultimar detalles del contrato. "Ah, pero qué feo y guarro es", pensé. Luego supe que tenía el don de engatusar al que fuera cuando oí la cantidad ($$$) que le iba a sacar a la televisora por una telenovela, programas especiales y creo que un disco.

Días y semanas después apareció Mary Boquitas con un traje blanco, como robado de los camerinos de Cats, para acompañar a Gloria a firmar y de paso presumirnos el video que acababa de grabar en el Ajusco. Mi amiga Anita, quien siempre se integra, cantaba a dueto con María Raquenel "A Contratiempo" (el único éxito "glorioso" que tuvo la pobre).

Entre tanta cantadera, la Boquitas decía con cara de inocente: "Pero, qué habrá pasado. Qué raro que Gloria no llegue, ya se tardó". Mientras, en el "Olimpo" (las oficinas de los ejecutivos VIP), acomodaban tazas y galletas para la hora de la tan ansiada firma de la Trevi. Bueno, la segunda firma, porque semanas antes ya había rubricado otros papeles.

De repente, como deben ocurrir las sorpresas, los jefes (y las galletas) se quedaron esperando, porque vino lo de Zabludovsky. Dicho en cristiano, la parejita Trevi-Andrade dobleteó, le prometió firma a las dos televisoras al...

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