La voz de los de abajo
| Autor | Romana Falcón |
El antropólogo mexicano Guillermo Bonfil hablaba de la colonización interna. Romana Falcón define tal fenómeno como la transformación del Estado mexicano en una empresa donde el grueso de los pobladores humildes del campo viven en una situación de dominio.
En su más reciente libro, México descalzo (Colección "Temas de debate", Plaza & Janés, 2002), la historiadora profundiza en el análisis de este fenómeno y le da voz a los protagonistas de ese drama, enlistando sus quejas, demandas, anhelos, defensas y acciones, y señalando que las etnias y los grupos subalternos son maleables, cambiantes. En suma, está en contra de la visión tradicional, que los ubica como categorías cristalizadas en el tiempo, meros complejos de rasgos culturales enraizados en el pasado. Para ella, son realidades socioculturales fluidas, que se crean y son recreadas constantemente.
Romana Falcón es doctora en historia por la Universidad de Stanford, actualmente se desempeña como profesora investigadora del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México. Se ha especializado en la historia del poder y las clases populares de México durante los siglos XIX y XX y ha impartido clases en la Universidad de Stanford y el Instituto Ortega y Gasset de España.
Con la autorización de la autora, se presenta este extracto, que en el original está contenido dentro de las consideraciones finales:
Escudriñar las vetas del pasado muestra las dificultades y oportunidades que tuvieron los grupos mayoritarios del campo para lograr incrustar sus demandas en el largo y complejo proceso por el cual México se forjó como nación. El desgarrado siglo XIX -en particular durante su segunda mitad- fue especialmente difícil para los actores colectivos y, sobre todo, para los grupos étnicos. No se les asignó un espacio adecuado ni en la maquinaria institucional ni en el futuro anhelado pues se apostó a hacer del propietario privado y del ciudadano las células del progreso. Como sucedió en casi toda América Latina, quienes iban cincelando a la república moderna y liberal no contemplaron la posibilidad de integrar más horizonte civilizatorio que el de las naciones avanzadas de occidente.
Profundos surcos fueron abiertos por estas políticas y estas concepciones. Hoy, a principios del siglo XXI se intentan corregir algunos de estos cimientos sobre los que se asentó la nación. De ahí las demandas de los pueblos indígenas por ser reconocidos en tanto "entidades de derecho público", poseedores de un...
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