Volver al pasado

AutorEsteban Israel

REFORMA / Italia

Los romanos se quejan todo el tiempo del "problema de la arqueología", pues cada vez que excavan para reparar una tubería se topan con los restos de alguna villa imperial. Construir un subterráneo en Roma, por ejemplo, es 10 veces más caro que en cualquier otra parte del mundo.

Y sin embargo la ciudad carga su memoria con orgullo. Su eslogan SPQR (Senatus Populus Que Romanus / Senado y Pueblo de Roma, en latín) era ya el lema del Imperio 500 años antes de Cristo.

En esta ciudad museo, si le hablan de vanguardia se refieren con suerte a obras de comienzos del siglo 20 como Forme uniche della continuitê nello spazio, la escultura del futurista Umberto Boccioni estampada en las monedas de 20 centavos.

Hágame caso: pida un gelato al pistacchio y entréguese sin remordimientos a las maravillas de la Roma imperial. No se arrepentirá. Recorra el perímetro del Colosseo, tome el Metro hasta EUR y compárelo con el Palazzo della Civiltê del Lavoro, la versión fascista y cuadrada levantada a fines de los años 30 por el dictador Benito Mussolini.

Como habrá escuchado, en Roma todos los caminos conducen al Colosseo (Pzza. del Colosseo, tel. 00 (39) 06-3996-7700). El templo de los gladiadores fue construido en el 80 d.C. e inaugurado con 100 días de juegos "non stop" donde fueron sacrificados 5 mil animales. Cuando el emperador Constantino prohibió en el 325 d.C. los combates, los tigres y elefantes de Africa estaban al borde de la extinción. Suba hasta la galería más alta, cierre los ojos e imagíneselo repleto con 50 mil espectadores sedientos de sangre.

Hoy el circo del horror apaga sus luces cada vez que alguien es ejecutado en alguna parte del mundo y se enciende como un platillo volador cuando una pena de muerte es conmutada.

El Colosseo está conectado con el centro de la ciudad por la Vía dei Fori Imperiali, una avenida de adoquines flanqueada por templos, columnas y arcos de triunfo junto a la colina del Palatino. Aquí estaban antiguamente los tribunales, las oficinas públicas y tiendas. Los arqueólogos acaban de desenterrar el palacio del delirante emperador Calígula, que incorporó como vestíbulo nada más ni nada menos que el templo sagrado de Cástor y Pólux.

La avenida fue construida por Mussolini, que mandó demoler un barrio entero para rescatar las ruinas de la Roma Imperial.

Remate la visita en los Musei Capitolini (Pzza. del Campidoglio, tel. 06-3996-7800). La maravillosa colección de estatuas la Lupa Capitolina del siglo 5...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR