Y vivieron felices...

AutorEnrique González

"¡Mire nomás cuánta luz entra en este patio, apenas para tener aquí las plantitas!", dice casi a gritos Benjamín Preciado, un nonagenario habitante de una de las fincas que Luis Barragán proyectó en Guadalajara y que aún pueden presumir su total funcionalidad y belleza arquitectónica.

Benjamín, al igual que el resto de los tapatíos que viven en una casa de Barragán, sabe perfectamente la trascendencia que tiene la finca que habita y la mente que la diseñó, simple y sencillamente porque cada cierto tiempo debe recibir a uno o más grupos de estudiantes o visitantes extranjeros que desean ver la casa, fotografiarla, dibujarla, medirla, todo lo que sea posible hacer con ella.

"No, no, no, si es a cada rato que vienen a ver la casa; antes los dejaba pasar para que vieran los cuartos, los pisos, el patio que es tan bonito, pero ahora con la inseguridad pues ya no puedo dejar entrar a cualquiera, ¿sí me entiende, verdad?", explica María Celia Navarro, quien desde el ventanal de la finca de Pedro Loza 517 deja entrever el orgullo de vivir en una "Barragán".

Este par de casas, al igual que la mayoría que el arquitecto edificó para la clase media tapatía, se ubica en un rango de tiempo que va desde 1928 hasta 1954, año en que la casa de Madero y Robles Gil fue levantada.

Cuando se cubre la ruta tapatía trazada por Barragán, lo único que se necesita para localizar sus casas es saber el nombre de la calle y con cuáles cruza.

El resto es sólo cuestión de pararse en la acera contraria, pues serán ellas las que inevitablemente llamarán la atención de la pupila, mostrándose como excepciones entre el resto de sus acompañantes. Cada una es lo que se dice "una perla en el fango", sin que esto necesariamente demerite a las paredes vecinas.

"Yo nací en esta casa y ya de joven me enteré de que era de Luis Barragán. Fue mi papá, José Catarino del Muro, quien se la compró a don Efraín (González Luna), quien fue el que la mandó hacer", recuerda Bertha del Muro, que presume cada parte de su vivienda con una risa que ya otras veces ha mostrado a los cientos de visitantes que de todo el mundo se asoman a Guadalajara para preguntar por "Louie" Barragán.

"Argentinos, italianos, todos me pedían entrar, pero no se le puede hacer confianza a cualquiera... La casa me gusta sobre todo por grande, las piezas son enormes, es muy fresca y la fuente es maravillosa; sobre todo me gusta porque está muy bien comunicada, aunque como es tan grande ya he pensado en venderla", platica...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR