Ellos vivieron para contarlo
| Autor | Daniel Flores |
Utilizar el cinturón de seguridad, además de ser una obligación de acuerdo con el Reglamento de Tránsito, es una garantía de vida.
De 1999 a la fecha hay por lo menos 13 casos, en diferentes accidentes viales, donde quedó comprobado que si las víctimas hubieran llevado abrochado el cinturón de seguridad, no hubieran muerto.
La prueba son las personas que viajaban en el mismo vehículo, que sufren el mismo accidente, pero tuvieron un destino muy distinto.
"Gracias a Dios esta persona me puso el cinturón, no se lo puso ella y desgraciadamente pues ya no está con nosotros".
Omar Cano
Niño
Novia lo protege
Omar Cano Niño, de 25 años, se quedó dormido en el automóvil que conducía su novia Ana Cristina González López, de 22, quien para protegerlo, le abrochó el cinturón de seguridad.
El joven ya no despertó en el vehículo, sino en el hospital.
Habían tenido un accidente donde su novia, quien no tomó la precaución de usar su cinturón de seguridad murió.
"Gracias a Dios esta persona me puso el cinturón, no se lo puso ella y desgraciadamente pues ya no está con nosotros", dice Omar.
Ana Cristina y Omar se dirigían a sus respectivas casas, en la Colonia Mitras Centro, alrededor de las 00:40 horas del 12 de junio del año pasado.
Cuando el vehículo Chevy circulaba por Gonzalitos, a la altura de la calle Mendirichaga, se estrelló contra un árbol.
Ana Cristina murió de manera instantánea y Omar resultó gravemente lesionado, por lo cual fue trasladado al Hospital San José.
Al parecer el automóvil era conducido a exceso de velocidad por los carriles centrales, cuando repentinamente hizo un giro hacia la derecha.
Debido a la brusca maniobra, la conductora no tuvo tiempo de aplicar los frenos, por lo que se impactó contra el árbol.
Los paramédicos que acudieron a brindar los primeros auxilios a los lesionados, encontraron a Ana Cristina sin vida, abajo del tablero.
"Si no hubiera traído el cinturón, me hubiera salido, porque sí venía a más de 100 kilómetros por hora".
Mayra Rangel
Castro
Cambia su vida...
Hace dos años, para Mayra Rangel Castro, entonces de 24 años, era satisfactorio conducir a exceso de velocidad, con el estéreo a todo volumen, incluso hablando por su teléfono celular al mismo tiempo, pero un accidente le cambió la forma de ver la vida.
El 16 de abril de 1999 chocó su vehículo Jetta...
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